Guillermo Areco
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Cerro Porteño cosechó su segundo triunfo consecutivo en la vuelta del fútbol.
En Los Jardines superó a River Plate por 2-0 y mete presión en la zona alta de la clasificación.
Sin lucir, pero siendo efectivo, el Ciclón estuvo incómodo de entrada y tuvo que levantar la pelota para generar opciones, ya que el Kelito propuso un sistema ordenado, en el cual le cedió terreno, pero apostó por la lucha en propio campo.
En el fondo de Cerro, Alexis Duarte se complementó con Juan Patiño que tuvo más licencias para apoyar de cerca al mediosector que otra vez tuvo como eje a Mathías Villasanti. Los extremos no tuvieron sorpresas y fue nula la conexión con los laterales, pero ganaron en astucia para cambiar el rumbo del juego, que ya no tuvo retorno con la expulsión de Mario Saldívar.
Poco para analizar de River que con uno menos tuvo que extremar recursos para sostener la propuesta. El reacomodo de piezas hizo que se sostenga el ritmo en el centro del campo, pero se diluyó con el segundo golpe azulgrana que volvió a mostrar claridad con las pelotas largas.
Cerro Porteño ganó, en un juego que de arranque parecía complicado, de esos compromisos del que se complicaba para abrir y más aun para cerrar, por lo que a la evolución progresiva de su argumento guiado por Arce hay que sumar el factor efectividad, clave en las paradas complicadas.
Mathías Villasanti
Emergió como conductor para reacomodar el esquema cuando la propuesta inicial no era efectiva.