Con la epidemia del dengue una de las principales recomendaciones, además de la eliminación de criaderos de mosquitos, es la utilización de repelente. Sin embargo, expertos también recomiendan usar el producto con moderación ya que puede causar efectos adversos, sobre todo en los niños. Las reacciones alérgicas son los casos más frecuentes.
“Los factores principales a tener en cuenta para el uso de repelentes son: Los productos disponibles en el mercado y su eficacia, duración de la protección y precauciones especiales. Los disponibles son en base a DEET, picaridina, citronella, aceites esenciales de eucalipto y cedro, y piretroides”, indica Nilda Villalba Real, médica Toxicología del Centro Nacional de Toxicología del Ministerio de Salud Pública.
Destaca que la eficacia es mayor cuando el producto contiene DEET. “Ofrece mejor protección contra picaduras de mosquitos, recomendándose en niños una concentración hasta 30%”.
Resalta además que está prohibido el uso de repelentes en niños menores de dos meses.
El director del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu, doctor Pio Alfieri también coincide en que los repelentes, para los niños mayores de cinco o seis meses, deben contener la sustancia DEET en un 30%.
“No es recomendable aplicar con frecuencia el repelente a los niños, además de reacciones en la piel, a la larga puede causar otros efectos adversos la sustancia para repeler mosquitos”, advierte Alfieri.
Además de la eliminación de criaderos, utilizar tabletas o espirales y mantener la casa cerrada, Alfieri recomienda en lo posible evitar exponer a los chicos en los horarios de mayor circulación de mosquitos, tardecita y madrugada.
En cuanto a los efectos adversos, Villalba explica que pueden darse reacciones alérgicas cuando se usan aceites esenciales. La frecuencia recomendada para el uso de repelentes está en relación con la duración de la protección, según la doctora Villalba.