En ambas aceras del tramo caminero que une Encarnación con Ciudad del Este, existen frondosos árboles de lapacho, plantados hace varios años. Desde Capitán Miranda y por varios kilómetros camino hacia la capital del Alto Paraná los tajy lucen imponentes y presentan una belleza paisajística cuando están florecientes. No todas las plantas están en flor ahora, pero sí son numerosas las que están con sus copas totalmente llenas de flores, como es el caso de la zona de la ruta en su trayecto por Obligado. “Es muy hermoso ver el tajy en flor porque crea una sensación maravillosa y relajante para la vista, a mi me encanta cuando están floreciendo, sobre todo en este ambiente no muy agradable que estamos pasando por el coronavirus”, dijo Antonio Paredes, poblador de Obligado. Automovilistas consultados también refieren lo mismo, inclusive algunos estacionan por unos minutos sus vehículos para apreciar mejor la colorida flor y se sacan fotos en el lugar.
En el centro de Hohenau, cerca de donde están floreciendo los lapachos sobre la ruta, una solitaria planta de tajy adorna la calle Teniente Fariña. Como haciendo una manifestación por la indiscriminada e inmisericorde tala de árboles que se registra en la zona y en el país, el tajy está parado en plena calle y ya pasa a ser un símbolo de la ciudad. Cuando se hizo el empedrado de la mencionada arteria, hace unos años, hubo una discusión entre las posturas encontradas de los vecinos. Unos querían que sea derrumbado y otros apostaron para que el árbol siga en pie, postura que finalmente había triunfado. Luego, en el año 2013, cuando se hizo la pavimentación asfáltica volvió a surgir el debate, pero de nuevo se impuso el criterio de que el enorme tajy siga en el lugar. No faltaron los que dijeron que su existencia en medio de la calle representa una protesta por la deforestación acelerada que sufre la región. El árbol tiene más de 100 centímetros de diámetro y una altura cercana a los 25 metros.