Las organizaciones agrupadas en la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) considera que el pronunciamiento suscripto la semana pasada por el Gobierno paraguayo junto a otros cuatros países, cuestionando el trabajo que realizan los órganos del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos “constituye una preocupante prolongación de las políticas internas de hostigamiento y estigmatización hacia los defensores de derechos humanos”. Una situación, dicen que en la actualidad es observable en la región “con un explícito discurso de criminalización y odio”.
El 23 de abril último, los Gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay y Chile pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que respete la autonomía de los países en la promoción y protección de derechos sin invadir las competencias de los Estados.
La pretensión de estos gobiernos de “ser intocables”, renunciando a toda crítica y autocrítica, aun cuando la población exhiba niveles altísimos de pobreza y marginación, resulta, simplemente, inconcebible, denuncia la Codehupy. El Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos en Paraguay, a través de los siete casos que cuentan con condena, recuerda, ha implicado la devolución de tierras usurpadas a indígenas y que las autoridades puedan ser cuestionadas a través de la libertad de expresión. Ha permitido un poco de justicia a una familia cuyo hijo fue asesinado por el Estado; también la obligación de buscar a desaparecidos por la dictadura; o la búsqueda de justicia por la muerte de adolescentes en un incendio criminal.
Con esta declaración el Paraguay, resalta, “no hace más que negar estos atroces crímenes de los cuales fue encontrado responsable en el marco de juicios donde pudo presentar su defensa y perdió; dentro de un debido proceso que, lamentablemente, dista mucho de imitar internamente”.
La declaración suscripta por Paraguay, junto con los otros cuatro países mencionados, delata la verdadera motivación de los gobiernos que la firmaron, que es “la pretensión de poner límites a las actuaciones de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. Por eso, solicitan al Poder Ejecutivo rectificar esta “inconducente” política exterior.
Paraguay no hace más que negar los atroces crímenes de los cuales fue encontrado responsable (por la Corte IDH). Codehupy, Comisión Directiva.