“El auge de la cinematografía nacional se da en gran medida por el esfuerzo de directores y productores”, reflexiona la productora Gabriela Sabaté, añadiendo que la llegada de la era digital “fue fundamental en el proceso y facilitó la realización de todo tipo de contenido a un costo más bajo”, comenta.
Para Sabaté, otro punto determinante fue la inclusión de Paraguay al programa Ibermedia, además de algunos fondos que sirven de contrapartidas.
“Hoy, con la Ley (de cine) ya reglamentada y una vez que el Instituto de cine este funcionando, la cantidad de películas aumentará. Tenemos que estar preparados para los desafíos que se vienen y no perder de vista la importancia de la formación en todas las áreas”, considera.
Sabaté vio algunas de las producciones de este año y la que más le llamó la atención fue Morgue, “por la forma y el ingenio con que la hicieron. La película terminó vendiéndose a varios países y en Paraguay la vieron más de 55.000 espectadores”, dice.
VARIEDAD. Para el cineasta Sergio Colmán, director de la carrera cinematografía a nivel universitario, “es destacable la variedad de géneros explorados” este año en el país.
“Tuvimos comedia Orsai, terror Morgue, acción, espionaje El Supremo Manuscrito. Esto mostró una preferencia a buscar el género cinematográfico variado, y está bueno el desarrollarlo con condimentos locales”, observa.
Para Colmán fue llamativo el éxito que obtuvo la cinta de terror Morgue. “Hablamos de una cinta que se hizo con bajísimo presupuesto, realizada en el interior (del país), y en ese sentido es sumamente destacable, por la pericia de llegar a hacer una película que funciona”, reflexiona.
Otra realización que le parece llamativa fue la del género documental Cadete amarilla. ”Es muy difícil estrenar en salas de cine una película documental, y ésta estuvo en salas de cine. Esa hazaña, de por sí es bastante loable, además por tratarse de un caso importante y una historia relevante y valiente de contar”.
La recomendación de Colmán es, “que se siga apostando a películas sencillas, de bajo presupuesto, para que sea controlable y rentable para el cineasta y productor”.
PREOCUPANTE. Para el cineasta y docente Ray Armele, lo más preocupante del año fue que la Academia paraguaya en principio no encontró candidato para los premios internacionales.
“Aunque después en un segundo sondeo se seleccionó la producción Cadete Amarilla de Patty Aguayo, queda esa sensación de que nuestro cine no cubre las expectativas, al menos de los académicos. Creo que es una llamada de atención para los que se interesan en un nivel cada vez más elevado del cine paraguayo y habría que ver en qué instancia se puede apoyar ese mejoramiento”, apunta.
En este sentido, Ray Armele invita a analizar y descubrir dónde está la falla y las debilidades. “No sé si es en la academia, los guiones, lo actoral, en lo técnico o en la producción, pero tendríamos que estudiar entre todos en qué estamos fallando, porque nuestra principal preocupación debe ser la satisfacción del público, y que la gente pague su entrada con gusto y no como una limosna”.
cineastas reflexionan sobre la producción local
Profesionales del audiovisual destacan la constancia y motivación personal de sus colegas para seguir sumando a la producción. Otro insta a analizar las fallas para realizar filmes de calidad.
Películas del 2019
Orsai: Comedia bajo la dirección y guion de Emiliano Gómez.
Morgue: Cinta de terror sobrenatural, dirigida y producida por Hugo Cardozo.
Cadete amarilla: El documental de Patricia Aguayo Royg, con producción de Sonia Amarilla.
El supremo manuscrito: Thriller dirigido por Jorge Díaz de Bedoya & Michael Kovich Jr.
Oscuridad: 9 historias de terror de las cinco ediciones del Festival Sombras Prócer Latino.
Pecado original: Coproducción paraguaya estadounidense, escrita y protagonizada por Maia Nikiphoroff.
“Lo más preocupante del año fue que la Academia Paraguaya en principio no encontró candidato para los premios internacionales”. Ray Armele, cineasta y docente.
“Seguir apostando a películas sencillas, de bajo presupuesto, para que sea controlable y rentable”. Sergio Colmán.