El 43% de los cigarrillos de contrabando y adulterados que ingresan a Perú proceden de Paraguay, tras pasar las fronteras con Bolivia y Chile, informó ayer la Comisión de Lucha Contra el Contrabando de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
El vicepresidente de la comisión, Luis Angulo, indicó, en un comunicado, que la mayoría de estos cigarrillos terminan en los mercados de Lima y de otras importantes ciudades del país, desde la norteña Tumbes hasta la sureña Tacna. Angulo explicó que la mercadería es fabricada en Paraguay y, de ahí, pasa a El Alto, en Bolivia, donde es acopiada antes de ingresar a Perú por la zona fronteriza de Desaguadero. Detalló que para esto se usan, principalmente, camiones de carga en una modalidad conocida como la “culebra”, cuyo destino son las ciudades de Puno y Juliaca, donde se descargan y guardan los productos en grandes almacenes.
El representante de la SNI sostuvo que durante el 2017 se decomisaron más de 50 millones de cigarrillos de contrabando, mientras que en lo que va de este año ya se han incautado unos 80 millones, lo que demuestra el incremento de ese contrabando, a pesar de la labor de instituciones como la Policía Nacional, Aduanas y la Fiscalía.
Remarcó que se estima que este negocio ilegal representa una pérdida anual de más de 160 millones de soles (USD 48,4 millones) al Estado peruano en pago de impuestos.
La SNI indicó que en una reciente reunión de autoridades se alertó que el contrabando perjudica a la economía del país, al incentivar la informalidad, y también es un problema de seguridad nacional, ya que permite el ingreso de armas ilegales.
reunión. De otro lado, señaló que hace unas semanas el Ministerio de la Producción propició una reunión de trabajo de la Comisión de Lucha Contra los Delitos Aduaneros y la Piratería con participación del Ministerio Público, Poder Judicial, Fuerzas Armadas, Sunat, gremios empresariales, entre otras instituciones.
En el referido encuentro se alertó que el contrabando no solo perjudica al país de manera económica incentivando la informalidad, sino que además es un problema de seguridad nacional en la medida que vía este contrabando ingresan hasta armas ilegales a nuestro país.
Estas conclusiones han sido reforzadas en la última reunión de la Comisión Binacional Perú-Bolivia, llevada a cabo hace unos días en la ciudad de Cusco.