Científicos de la American Chemical Society concluyeron que el azúcar que proviene del agave, utilizado en la producción de tequila, produce que las hormonas digan al cerebro que deje de comer.
Además, hace que los alimentos duren más tiempo en el estómago, lo que mantiene la sensación de saciedad.
Uno de los derivados del agave, la agavina, no es procesada por el cuerpo, lo que quiere decir que no engorda. También la falta de absorción de agavina significa menos dolores de cabeza y otros efectos secundarios que algunos tipos de edulcorantes pueden provocar.
Los científicos hicieron el experimento con ratones, a quienes les proporcionaron una mezcla de agua con agavina. El resultado dio que comieron menos y bajaron algunos gramos, según informó el Daily Mail.