Debido al brote los barrios fueron acordonados uno a uno en Shangái, la metrópolis más poblada de China, y cerrados centros comerciales, restaurantes y escuelas.
En el centro tecnológico del sur, Shenzhen, limítrofe con Hong Kong, 17 millones de personas fueron aisladas este domingo tras identificar 66 casos, mientras que 19 provincias enfrentan brotes de las variantes ómicron y delta del coronavirus.
Yanji, una urbe de 700.000 habitantes en la frontera norcoreana, también entró en cuarentena. Y en la ciudad de Jilin, los habitantes de centenas de barrios fueron confinados parcialmente, anunció el domingo un responsable municipal.
Los pobladores de Jilin han completado seis rondas de pruebas masivas, dijeron las autoridades.
El domingo, la ciudad reportó más de 500 casos de la contagiosa variante ómicron.
China, donde el virus fue detectado por primera vez a finales de 2019, ha seguido una política estricta de “cero Covid” con confinamientos, restricciones de viaje y pruebas masivas cuando se detectan focos infecciosos.
Sin embargo, la cifra de contagios en un país de 1.400 millones de habitantes es pequeña si se compara con la de otras naciones.
China ha logrado mantener hasta el momento los casos de coronavirus a un nivel bajo gracias a las medidas draconianas, pero el agotamiento hace mella cada vez más en el país. Hong Kong, por su parte, tiene en la actualidad una de las tasas de mortalidad más altas del mundo por el virus, con ómicron golpeando a su población sobre todo mayor que aún se muestra reacia a vacunarse. AFP