“Lo que China necesita de urgencia son máscaras, trajes y gafas de protección”, declaró la portavoz adjunta del ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying. Varios países, entre ellos Francia, Reino Unido, Japón y Corea del Sur, ya enviaron material médico a China, agregó la portavoz.
El país está paralizado por el temor al virus que ya contaminó a más de 17.000 personas, y las autoridades reconocieron ayer que, tras concluir el domingo las vacaciones del Nuevo Año Lunar, las plantas retoman su producción y funcionan a un 70% de su capacidad.
PREOCUPACIÓN. Frente al sistema hospitalario desbordado, Wuhan debía recibir ayer los primeros enfermos en un nuevo hospital construido en 10 días, aunque los funcionarios no confirmaron admisión alguna. Otro hospital más grande (1.600 camas) está en construcción y debería abrir sus puertas en unos días.
Autoridades chinas reportaron 64 decesos en las últimas 24 horas, en el peor saldo diario desde que el nuevo coronavirus se detectó en diciembre en Wuhan, capital de la provincia de Hubei.
Hay ahora en China continental más muertos que los 349 que le provocó la epidemia de Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en 2002-2003.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya declaró emergencia internacional por la actual epidemia, reportó en Filipinas la primera víctima mortal del coronavirus fuera de China, un hombre de 44 años de Wuhan.
La mayoría de muertes y contagios se concentran en Hubei, donde 56 millones están aislados desde el 23 de enero y tienen severas restricciones para salir de sus casas, en una tentativa de evitar la propagación. Sus habitantes se sienten discriminados y bajo constante sospecha.
Bolsas y precio del petróleo se ven afectados
La extensión del brote de coronavirus castigó las bolsas chinas de Shanghái y Shenzhen -cerradas hasta ayer por las celebraciones del año nuevo- y a los precios del crudo -que están en mínimos de un año- a pesar de las inyecciones de liquidez hechas por el banco central de China. El descenso de las bolsas chinas, que no pudo prever hasta ahora los efectos del virus, se trasladó a parte de los mercados asiáticos, pero no a los europeos, que cerraron la sesión en verde. Los inversores temen que el brote de coronavirus reduzca la actividad económica en China y, como consecuencia, en el resto del mundo. La bolsa de Shanghái bajó ayer 7,72%, mientras que la de Shenzhen cayó 8,45 %. Se trata de los mayores desplomes desde el 2015. EFE