Chile cumplió ayer la segunda y última jornada de la elección de los 155 redactores de una nueva constitución que sustituirá la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y que buscará recoger las demandas de equidad y bienestar que reclamó la calle.
Los recintos electorales se reabrieron para que los chilenos puedan elegir entre 1.373 candidatos para integrar la Convención Constitucional, entre ellos actores, escritores, profesores, activistas sociales, abogados y también políticos tradicionales.
La anterior Carta Magna, redactada durante la era Pinochet (1973-1990), se considera como el origen de las desigualdades sociales en Chile.
Las urnas fueron selladas y resguardadas desde la noche del sábado, jornada de inicio del comicio, en los mismos centros de votación por más de 23.000 militares y delegados del Servicio Electoral (Servel), sin que se reportasen problemas, según medios locales.
El sábado, más del 20% de los 14,9 millones de electores dieron su voto voluntario en la primera jornada de estos comicios, que por la pandemia se realiza en dos días tras ser postergados por cinco semanas, desde el 11 abril, ante una nueva ola de Covid-19. AFP