Centenares de personas se reunieron ayer lunes a las puertas del palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II en Londres, para asistir a la ceremonia del cambio de guardia por primera vez desde el inicio de la pandemia.
El tradicional espectáculo militar, cancelado en marzo del 2020 para evitar aglomeraciones durante los periodos de restricciones por el Covid-19 en Inglaterra, rindió homenaje en su esperado regreso a los logros del equipo de Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Tokio.
La canción Gold, de Spandau Ballet, el himno olímpico, y Carros de fuego, así como One moment in time, de Whitney Houston, fueron algunos de los temas que interpretó la banda de los Guardias de Coldstream, ataviados con los clásicos trajes escarlatas y altos sombreros negros.
Entre gran expectación y fuerte despliegue policial, el regimiento marchó desde Wellington Barracks hasta el palacio de Buckingham para relevar a la vieja guardia, una ceremonia que espera repetirse cada lunes, miércoles, viernes y domingo, a partir de las once de la mañana (10:00 GMT). Además de montar guardia en Buckingham, Windsor y la Torre de Londres, los regimientos de la llamada División Doméstica (Household Division) del ejército británico se encargan de prestar funciones públicas y de protección en ceremonias como la apertura anual del Parlamento británico o el tradicional desfile Trooping the Colour.
La reina Isabel II no estuvo presente, ya que se encuentra de retiro vacacional en el castillo de Balmoral (Escocia).