La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) del Sistema de Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han publicado días pasados un material sumamente interesante y útil: Sostenibilidad medioambiental con empleo en América Latina y el Caribe, Coyuntura Laboral en ALC, Nº 19 (LC/TS.2018/85), Santiago, octubre 2018. El informe estuvo a cargo de la División de Desarrollo Económico, en la primera, y de la Oficina para el Cono Sur de América Latina, en la segunda, dirigidas por Daniel Titelman y Fabio Bertranou, respectivamente.
La publicación trata de aumentos interanuales de la tasa de desocupación urbana abierta de ALC en los últimos años, que permanece alta con pequeñas variaciones: normalmente se encuentra algo por encima del 9% anual. También analiza la tasa de participación de la mano de obra en el mercado del trabajo, la creciente inserción laboral de las mujeres y los salarios reales.
PRECARIEDAD DEL TRABAJO Y SALARIOS REALES BAJOS. “Con respecto a la calidad media del empleo, la expansión del trabajo por cuenta propia pone de manifiesto un nuevo deterioro, ya que esta categoría se suele caracterizar por condiciones laborales más precarias que el empleo asalariado, sobre todo en el actual contexto de crecimiento económico lento”.
Los salarios reales en la mayoría de los países registran aumentos solo moderados durante 2018 y la reducción en la tasa de desocupación se sitúa por debajo de las proyecciones, debido a que el crecimiento económico de la región resultó menos dinámico. La proyección del crecimiento económico bajó del 2,2% a fines de 2017 al 1,3% en octubre de 2018. En este escenario menos optimista, en el promedio de 2018, la tasa de desocupación urbana presentará pocos cambios, ubicándose en torno al 9,3%. En ese entorno, las políticas del mercado laboral y de protección social seguirán siendo de importancia crucial para la protección del bienestar de la población.
GRAN BIODIVERSIDAD VS. DETERIORO AMBIENTAL. En el capítulo de los desafíos medioambientales de ALC y sus múltiples conexiones con la generación de empleo productivo y trabajo decente se observa que cuenta con la mayor biodiversidad del mundo, pero está perdiendo su riqueza natural por el deterioro ambiental que provoca el modelo de desarrollo. Esto afecta también negativamente al mundo del trabajo, por lo cual es urgente una transición hacia un modelo más sostenible, tanto desde el punto de vista ambiental como laboral.
En muchas instancias, las mejoras ambientales y laborales podrán ocurrir simultáneamente. Por ejemplo, se proyecta que la transición hacia la sostenibilidad energética genere más de un millón de empleos en ALC hacia 2030. De igual manera, la transición a una economía circular, en la que se mejora la eficiencia y la vida útil de los materiales al promover su durabilidad y capacidad de reparación, remanufactura, reutilización y reciclaje, conllevaría ganancias de empleo. Esta transición generaría 4,8 millones de puestos de trabajo netos en 2030, ya que la creación de empleo en sectores de reprocesamiento de acero, aluminio, madera, etc., compensará las pérdidas asociadas a la extracción de minerales y otras materias. Sin embargo, las transiciones ambientales también provocan desafíos para el mundo laboral, a ser analizados cuidadosamente.
PARAGUAY ATÍPICO. Con relación a estas áreas abordadas por la Cepal y la OIT, vayan tan solo algunos datos sobre nuestro país: registra alto crecimiento del producto ya por más de una década (4% anual en promedio), pero es desigual y excluyente, en un contexto de salarios reales bajos para empleo estable y de gran informalidad. 66% de los empleos son informales y perciben menos del salario mínimo legal. Menos del 20% de la población trabajadora tiene seguros médicos y jubilatorios. El desempleo está en 7%, pero el subempleo es del 20%. El medioambiente es un caos. El país se volvió ya uno de los peores depredadores de bosques. La toxicidad tiene altos niveles en aire, aguas, suelo y subsuelo. El servicio de alcantarillado es incipiente y precario.