03 may. 2025

Celestino, docente ilustre de Itauguá

Celestino Sosa (90) dedicó su vida al servicio de la comunidad. En el año 1969 fundó el colegio Dr. Pedro P. Peña.

Hay profesiones que tienen una especial dimensión, una proyección más trascendente y son aquellas puestas al servicio de los demás, como es el caso de ser maestro, cuyo día se conmemoró el viernes. Esta profesión aporta al crecimiento y preparación de la persona para su digna realización en la vida.

Los maestros poseen una vocación de servicio, y esa cualidad no la tiene cualquiera. No cabe dudas que a don Celestino Sosa le sobra esa aptitud, la de servir a su comunidad.

Inicios y proyectos

Sus inicios en el ejercicio de la docencia datan en la década de los 60, en la escuela Amado Bittar, en el primer año de la creación de dicha institución, fue maestro del tercer grado y, en el turno noche, enseñaba en el Liceo Pedro P. Peña, el mismo colegio que fundó en el año 1969, en la ciudad de Itauguá.

“Un grupo de jóvenes de ese entonces, amigos y conocidos míos, querían seguir sus estudios; sin embargo, en Itauguá la enseñanza llegaba solo hasta el tercer curso. En mi caso tuve que viajar a la ciudad de Capiatá durante tres años para equiparar y ser bachiller en Ciencias y Letras”.

Ante el clamor de estos jóvenes, el docente llevó la inquietud al Club de Leones de Itauguá donde se desempeñaba como secretario. Es así como inició una serie de trámites. “Visité amigos y conocidos, y obtuve el apoyo para crear un colegio de enseñanza secundaria para la comunidad itaugüeña”, expresa el ex docente.

Según rememoró, para la elección del nombre tuvo dos propuestas, Porfirio Villagra, intendente de aquel entonces, sugirió bautizar a la futura institución como Juan Crisóstomo Centurión, héroe itaugüeño; mientras que el Monseñor Celso Pedrozo propuso el nombre de quien fuera el ministro de Educación, el Dr. Pedro P. Peña.

“Opté por este último, ya que él debía acudir a realizar los trámites para la creación del colegio, finalmente abrimos las puertas con nombre de Liceo Secundario Dr. Pedro P. Peña”, relata Celestino Sosa, aclarando que la denominación actual es: Colegio Nacional Dr. Pedro P. Peña.

Una gran satisfacción

Celestino sintió gran satisfacción personal, pues se consagró como el director más joven de la época. “No fue fácil, hubo muchos obstáculos. Mi esposa me apoyó en ese proceso, incluso, fue la primera secretaria de la institución que en su primer año funcionó en la sala de nuestra casa, local que alquilábamos. Luego se trasladó al local donde está hoy”, recuerda.

Sosa reveló que realizó varios cursos específicos para liderar el cargo de director, sintiéndose así plenamente realizado. Afirmó que vivió momentos inolvidables con sus alumnos, a quienes los consideraba como sus propios hijos, sintiendo el apoyo y respeto de ellos, inclusive, hasta el día de hoy.

“A todos los docentes les dejo un mensaje: La vocación debe ir acompañada de un gran espíritu de comprensión, pues vivimos una época diferente. Hace 50 años, en una reunión, un sábado de mañana, la señora María Luisa Artecona de Thompson, ex docente y escritora nos dijo que, como profesores y directores de colegios debíamos prepararnos, porque después de 20 o 30 años tendríamos una juventud que iba ser muy diferente a la que conocíamos. Afrontar esos desafíos y saber cómo encaminar a los jóvenes requiere de tolerancia y creo que eso se está dando actualmente”, sostuvo.