La obscena demostración de poder de Faustino Ramón Aguayo, que montó un departamento confortable para pasar sus días de recluso, en la penitenciaría de Pedro Juan Caballero, volvió a poner bajo la lupa la corrupción que inunda al sistema penitenciario.
Sin embargo, las celdas acondicionadas como si fueran habitaciones de un confortable hotel no son un fenómeno actual. Fuentes penitenciarias afirman que desde los años 80, se tiene indicios de internos adinerados que acondicionaron su celda para no sentir los rigores del encierro y pasar los días disfrutando de comodidades.
En plena época de la dictadura de Alfredo Stroessner ya circulaba el rumor de las celdas vip, pero las autoridades lo negaban.
Corría el año 1985 y un conocido irrumpió en el sistema penitenciario: Adilson Rosatti, brasileño acusado de liderar una estructura narco. Los que estuvieron trabajando en esa época en Tacumbú, afirman que el hombre no se privaba de ningún placer.
Fiestas con modelos y otras mujeres que entraban fuera del horario de visitas. También fue uno de los primeros que introdujo televisores y acondicionadores de aire en su pabellón, que hoy es conocido como Libertad.
Tras la caída del dictador, a mediados de los 90, llegó a la penitenciaría nacional, un grupo de banqueros implicados en la quiebra de entidades bancarias que desataron una gran crisis económica en el país.
Allí se introdujeron los televisores de grandes pulgadas, las habitaciones alfombradas, haciendo que el lugar se gane el mote de “Tacumbú Hilton”, haciendo alusión a la conocida cadena de hoteles cinco estrellas.
EVOLUCIÓN. Con el paso de los años, no hicieron más que perfeccionarse los sitios de reclusión para la élite.
El recientemente fallecido Carlos Rubén Chicharó Sánchez estaba preso en la cárcel de Tacumbú, en el sector vip.
En el 2015, estando tras las rejas, celebró la victoria de su hermano como intendente de Capitán Bado; se filtraron fotos de la celebración quedando al descubierto los lujos.
Al año siguiente saltó un escándalo mayor, el que tuvo como protagonista a Jarvis Chimenes Pavão, que “alquiló” todo un sector de la cárcel para él y sus allegados.
Colecciones de libros y devedés, instrumentos musicales, un amplio guardarropas y hasta una oficina donde recibía a invitados formaban parte de su rincón.
Reinaldo Cucho Cabaña, que para los investigadores está ligado al narcotráfico, fue llevado a Tacumbú y tampoco quiso ser un interno normal y vivir en el hacinamiento.
En octubre de 2019 se descubrió que vivía en una celda vip con toda clase de comodidades, adornando el sitio con cuadros del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
También se supo de lujos en el Buen Pastor, en la cárcel de Coronel Oviedo, San Pedro y otros sitios.