La investigación de la extraña muerte del ex agente fiscal Javier Ibarra dio un inesperado giro: de un presunto suicidio ahora todo apunta a que se trató de un homicidio.
Ayer, luego de un allanamiento en el barrio Zeballos Cué de Asunción, quedó detenido Óscar Ariel Caballero Sahlmann, quien fue asistente personal de Ibarra y que ahora aparece como el principal sospechoso del crimen.
Junto a él también quedó detenido Leonardo Agustín Ruiz Ortiz, quien lo habría transportado en una motocicleta hasta la casa del ahora fallecido.
Ruiz, además, entregó una pistola de la marca Glock calibre .22, que había guardado, supuestamente, por orden de Caballero. Se presume que el arma pertenece a Ibarra y con la misma fue ejecutado el crimen.
El fiscal Julio César Ortiz, que encabezó el procedimiento, reveló que cámaras de seguridad instaladas en la zona permitieron llegar hasta los sospechosos.
El subcomisario David Delgado, uno de los investigadores, fue el que notó en las imágenes que analizaban la presencia de una motocicleta que llegó a las inmediaciones de la casa de Javier Ibarra y de la cual bajó una persona que habría ingresado a la vivienda del ex fiscal.
El conductor del biciclo sería Leonardo Ruiz y su acompañante, Óscar Caballero. Este lo habría contratado para llevarlo al sitio para buscar unos documentos y debía esperarlo para volver.
Luego de que el hombre bajó, Leonardo afirmó a los intervinientes que escuchó un disparo. Después habría recibido la orden de volver solo a su casa, pero la motocicleta sufrió un desperfecto mecánico y el hombre caminó hasta una estación de servicio, donde compró un cargador para teléfono celular.
Luego llamó por teléfono y al rato llegó un taxi para recogerlo. En el vehículo se encontraba Caballero Sahlmann, según relató a los medios el fiscal Ortiz. Allí, Ruiz, según las pesquisas, recibió la orden de guardar el arma o deshacerse de ella.
EL MÓVIL DEL CRIMEN. Tanto Óscar Caballero como Leonardo Ruiz acudirán hoy a Fiscalía para prestar declaración, que será clave para avanzar en las pesquisas y dilucidar el móvil del crimen.
La versión que manejan los investigadores es que Caballero era una persona muy cercana al ex fiscal Javier Ibarra. Se desempeñaba como su asistente y se ocupaba de tareas personales, como el traslado de los hijos del fallecido. El hombre cuenta con orden de captura internacional por tráfico de armas.
Javier Ibarra estuvo envuelto en un escándalo en el 2016 por un caso de hurto de varias armas de guerra cuando era viceministro de Seguridad Interna y fueron encontradas dichas armas en su vehículo.