Con lluvias de hasta 200 milímetros, caída desde el viernes de la semana pasada en el Este del país, los caminos de tierra fueron cediendo al pegajoso barro formado por la gran cantidad de agua caída en la zona.
El distrito de Mbaracayú está peleando desde hace más de 25 años, pero en los últimos 3 años han intensificado las medidas de presión para la concreción del asfaltado de ese tramo, que es utilizado por los camiones graneleros para la exportación a través del puerto ubicado en la localidad de Puerto Indio, donde a través de una balsa ingresan al Brasil por el lago de la República.
“Mira que estamos en una situación delicada, porque a algunos camioneros incluso ya les está faltando para la comida, porque no pueden salir por causa del barro. Con el tractor de la Municipalidad tratamos de estirar algunos vehículos, pero son muchos”, relató el concejal municipal Francisco Gayoso, quien a su vez preside la comisión que gestiona ante el Gobierno el asfaltado.
“Lo que es un beneficio para el país, pero perjuicio para nosotros es que el tráfico de camiones aumentó en los últimos meses casi al 200%”, agregó.
medidas extremas. Los pobladores de Mbaracayú, distrito con más de 12.000 habitantes, vienen realizando una serie de medidas extremas, como la de abrir una zanja en medio de la calle vecinal, para la concreción del asfaltado en el tramo Cruce Itakyry con Puerto Indio, desde el año 2019.
La última manifestación se realizó en diciembre del año 2020, cuando el intendente municipal Edir Lermen y Gayoso, se encadenaron frente al Ministerio de Hacienda, para exigir que el contrato firmado entre el Banco de Desarrollo para América Latina y la entidad del estado, sea enviado al Congreso Nacional para su estudio y aprobación.
La medida fue levantada luego de una reunión con autoridades de Hacienda, en la que estos se comprometieron en que ese documento será el primero a ser remitido al Congreso, cuando se reanude el periodo parlamentario en este 2021.
El préstamo ya aprobado por el Banco de Desarrollo para América Latina es de USD 1.000 millones. Esta obra inicialmente estaba prevista a realizarse con otros fondos, pero se cambió la fuente de financiamiento y quedó paralizado.
Por dicha ruta de tierra pasan unos 25.000 camiones al año, con una recaudación aduanera anual de USD 100 millones para la aduana paraguaya que funciona en la sede aduanera brasileña de la localidad de Santa Helena, porque el Paraguay no tiene oficina aduanera en el lado paraguayo.
