En agosto los paraguayos reviven una antigua y reverenciada tradición. En efecto, cada inicio del mes de agosto se suele decir: “Agosto, vaka pirú ha tuja (guaigui) rerahaha”, lo que traducido equivale a algo como: “Agosto, el mes que se lleva a (mes en el que mueren) las vacas flacas y los ancianos”.
“A fin de conjurar este maleficio” es que cada primer día de agosto todos los paraguayos cumplen con un ritual muy antiguo, que consiste en tomar unos sorbos (algunos... un poco más) del mítico y efectivo carrulim, acrónimo formado por “ca” (caña), “ru” (ruda) y “lim” (limón)”, explicó el lingüista David Galeano. Ayer en muchos lugares ya se comercializaba el carrulim.
Galeano comenta que según la costumbre este tradicional preparado es el único que puede librar a las personas de todo lo malo (incluido de la muerte en agosto).
Galeano comenta a ÚH que “en la creencia popular paraguaya, el primer lunes de agosto es el día ‘aciago’ (día desgraciado), porque –supuestamente– ese día Caín mató a su hermano Abel. De allí también la costumbre de no trabajar ese primer lunes de agosto, a fin de evitar alguna desgracia. La experiencia registra varios accidentes para aquellos que osaron trabajar. También el primer día de agosto la gente tiene la costumbre de consumir en el mate dos especies de pohã ñana (plantas medicinales): El agosto poty y el pyno’i, a fin de “regular el fluido sanguíneo que en agosto –según la creencia popular– es más acelerado e intenso”.