“En el mundo de hoy se necesitan muchas rodillas de oración porque la situación mundial no es nada fácil, hay muchas guerras, enfrentamientos entre personas y numerosas desigualdades. En esto, la Iglesia puede contribuir muchísimo, como ha contribuido con el pontificado del papa Francisco”, expresó Martínez, quien se encuentra en la Santa Sede desde el pasado 23 de abril, participó del entierro de Francisco y se alista para ser parte del cónclave que se realizará el miércoles 7 de mayo.
“El pueblo paraguayo y todo el mundo siguen con mucha emoción, pero también con mucha oración, que lo necesitamos en este momento. Es cierto que los cardenales elegirán al Papa con la ayuda del espíritu santo, pero con la fuerza y oración de todo el mundo”, acotó.
La última celebración del cardenal Martínez, antes de la elección del nuevo Pontífice, fue concelebrada con los padres Aldo Bernal Chena y Juan Daniel Gaete, y la organización estuvo a cargo de la Pastoral Virgen de Caacupé.
MUESTRA DE AFECTO. Martínez, emocionado, envió un saludo especial al pueblo paraguayo y rememoró las palabras del papa Francisco el día en que se convirtió en el primer cardenal de la República de Paraguay.
“Un saludo a todo el pueblo paraguayo, gracias por sus oraciones. Yo siempre me acuerdo de lo que me decía el Papa, cuando me había dado este anillo y la birreta cardenalicia. Me dijo que es un homenaje al Paraguay”, indicó.
Nuevamente, destacó que nuestro país tiene un representante ante el Vaticano gracias al amor que el papa Francisco le tuvo al pueblo paraguayo. “Es un Papa que nos amó mucho”, expresó y lo recordó como “el Papa de las periferias”.
Martínez destacó que el cónclave que se realizará en tres días más “es bastante universal”. “Cuando el papa Francisco fue elegido, fue traído de un país lejano. Él tuvo una mirada para los países periféricos”, aseguró.
El cardenal paraguayo también se refirió a la necesidad de interactuar y de un mundo solidario.
“Muchos jóvenes viven en pantallas, pero hay una gran necesidad de interactuar y de un mundo solidario, manos que ayudan a otras y que es una característica nuestra en Paraguay que, a pesar de las dificultades, siempre hay personas muy solidarias y de una fe inquebrantable”.