Este movimiento de protestas, sin precedentes en la historia de Israel, logró mantener el pulso con manifestaciones semanales cada sábado por 18 semanas consecutivas que congregaban a cientos de miles de israelíes, con Tel Aviv como epicentro, pero esta será la primera vez que las cancelen.
“Seguiremos manteniendo el pulso. Que el Gobierno israelí no se confunda sobre nuestras intenciones, seguiremos defendiendo la democracia”, aseguraron. EFE