Para el parlamentario liberal, es loable la decisión del organismo que anunció que la nueva cúpula será constituida por Bogarín y César Rossel, en la presidencia y vicepresidencia, respectivamente, para las elecciones generales de 2023.
De esta forma, la balanza para los comicios se inclina hacia la oposición puesto que el control de la institución en los últimos nueve años estuvo a cargo del ministro Jaime Bestard, a quien Bogarín sustituyó en la presidencia.
“El cambio es algo positivo, en el sentido de que fortalece la posibilidad de que la elección sea más transparente considerando que el partido de gobierno es el mismo del que era el presidente del TSJE, por más de que siempre el tribunal queremos que sea independiente, pero da más seguridad que efectivamente, el control de ese organismo esté en manos de la oposición”, señaló Acosta.
Agregó que aún cuando la presidencia del TSJE es un espacio conquistado por la oposición, creen que eso no necesariamente vaya a influir en el resultado.
“Esperamos que sea una cuestión justa y que no signifique una ventaja hacia un partido o candidato en particular”, manifestó.
Finalizó reiterando que el mutuo control que garantizará la nueva cúpula aportará a la calidad de democracia.
“Definitivamente este cambio hará que la democracia se fortalezca con un control mutuo y que haya transparencia por sobre todas las cosas”, resaltó.
El TSJE se encuentra compuesto de tres miembros, quienes anualmente deben elegir entre sí la presidencia y vicepresidencia. Dos de los ministros anteriores, Alberto Ramírez Zambonini y María Elena Wapenka, dejaron el cargo al alcanzar los 75 años y en reemplazo asumieron Jorge Bogarín y Rossel.
Cabe señalar que durante la realización de las internas del 18 de diciembre aún estará en la presidencia Jaime Bestard. El mandato de Bogarín se inicia el 1 de enero de 2023.