Este viaducto está distante tan solo a unos 329 metros del paso a desnivel de la avenida Semidei, que también sirve de acceso a la citada unidad militar y al Hospital San Jorge.
“Se trata de un contrato bajo la modalidad de llave en mano para la empresa Ocho A SA, de Luis Pettengill, cuya empresa también accedió en un 100% a proyectos de llave en mano y Alianza Público Privada (APP)” durante el Gobierno de Horacio Cartes, según señaló el profesional.
El ingeniero apuntó que esto “no es una mera coincidencia”, sino que revela “un direccionamiento para mega licitaciones como el caso de la llave en mano de la ruta Naranjal-San Cristóbal y después para la ruta Bioceánica”.
“Como la ley de llave en mano en su momento era nueva (durante el Gobierno anterior), no había ninguna empresa que tenga currículum y antecedentes bajo esa modalidad. Por eso era clave para el historial de Ocho A SA realizar el viaducto del Comando del Ejército. Me parece que ese paso a desnivel es inútil ahí”, sostuvo Pankow.
Según datos de Contrataciones Públicas, la obra costó al inicio G. 14.015.737.845 (unos USD 2.502.810, a una cotización de G. 5.600 al año del contrato) y luego logró una ampliación de 19,37%, equivalente a G. 2.715.085.987 (unos USD 484.837), totalizando así G. 16.730.823.832 (USD 2.987.647).
Actualmente el paso elevado está casi sin uso y, según fuentes militares, la circulación no está prohibida, sino “restringida”, destinada solo para el uso de emergencia y paso de ambulancias, y por altas directivas del Comando del Ejército quedó solo para acceso exclusivo militar.