El ambiente está caliente en Olimpia (séptimo con 20) porque tiene una interna fuerte, gente que espera que pierda, su hinchada que se pelea entre sí y juega en una cancha prestada como la de Cerro Porteño. Y por el lado de Guaraní (cuarto con 27) que si pierde se despide del Clausura y además la relación entre la hinchada y los jugadores no es la mejor, hasta el punto que llegaron a las pedradas en el juego anterior.
Todas estas situaciones le agregan mayor condimento al clásico más añejo, que en cada edición siempre ha regalado muchas emociones.
SIN EL CEREBRO. El entrenador aborigen Félix Darío León no podrá contar con uno de los jugadores más destacados dentro del campeonato y por ende fundamental dentro del esquema aurinegro.
Jonathan Fabbro -segundo goleador del torneo con 12 tantos- quedó descartado a causa de un agudo esguince en el tobillo derecho, el cual lo resintió en el juego ante Tacuary. Su lugar será ocupado por César Cáceres Cañete, quien es su reemplazante natural y que cada vez que le toca ingresar realiza una buena tarea.
La otra movida con relación al equipo de la fecha pasada es el retorno de Eduardo Filippini en lugar de Ignacio Paniagua.
RESTA OBLIGADA. El equipo decano tendrá una modificación en el ataque, con relación al juego de la fecha pasada en que consiguió una victoria por 2 a 0 ante 3 de Febrero. Juan Manuel Lucero, aquejado de una molestia en el muslo derecho, cede su lugar al juvenil Nicolás Martínez.
Con la salida de Lucero, los dirigidos por Éver Hugo Almeida pierden velocidad, explosión y sorpresa en ataque, aunque Martínez también es un jugador con recursos técnicos.