Fue detenido ayer uno de los presuntos autores del asalto a mano armada a la sucursal del Banco Sudameris en el interior del Hospital Bautista, del barrio Recoleta. Se trata de Ceferino Nicolás Quiñónez Báez, de 26 años.
Dos mujeres también fueron privadas de su libertad por agentes de la Brigada Central de San Lorenzo, que realizaron una minuciosa investigación para llegar hasta el ahora detenido.
Los agentes realizaron el procedimiento en el estacionamiento de un supermercado, ubicado en el kilómetro 20 sobre la ruta 2 Mariscal José Félix Estigarribia, jurisdicción de Capiatá, cuando el hombre se encontraba a bordo de un vehículo.
Según los intervinientes, el hombre es sospechoso de haber participado en el asalto al Sudameris Bank ubicado en el Centro Médico Bautista, el 24 de enero pasado, cuando a punta de arma de fuego se alzaron con G. 995 millones y USD 10.000.
El hombre también contaba con orden de captura por desacato a una orden judicial y arresto domiciliario por hurto agravado.
Una de las mujeres, Nilse Elizabeth Varela Rodríguez, de 27 años, es pareja del hombre, mientras que Epifania Báez Alcaraz, de 53, es madre de Ceferino. Ya en la sede de la Brigada Central en San Lorenzo, esta última aparentemente intentó sobornar a los intervinientes ya que llegó con 15 fajos de dinero con billetes de 100.000 guaraníes, lo que totalizaron 144.700.000 de nuestra moneda, con lo que intentaron comprar a los policías, mientras que la otra mujer tenía en su cartera 56 billetes de 100.000 guaraníes, que totalizan G. 5.600.000. El resultado de ambas incautaciones es de 150.300.000 guaraníes.
El fiscal Federico Leguizamón manifestó durante una entrevista que no está confirmado que las mujeres hayan estado involucradas, pero tampoco se puede descartar ninguna hipótesis, como frustración de la persecución penal. Indicó además que Quiñónez Báez fue quien redujo al guardia de seguridad, como se vio en la grabación del circuito cerrado.
Por el caso fueron detenidos el 1 de febrero pasado Celso Cabañas, quien se desempeñaba como cajero del banco, y Joel Viera, guardia de seguridad, sobre quienes pesan fuertes sospechas de ser cómplice del asalto, ya que los intervinientes presumen que ambos habrían facilitado el atraco a dicha casa bancaria.
Para la policía fue muy sospechoso que minutos antes del asalto el guardia llamativamente fue al sanitario y también llama la atención que se habría dejado reducir con facilidad.
El hombre fue llevado a la unidad del fiscal Leguizamón, donde prestó declaración indagatoria y fue imputado por hurto agravado, mientras que las mujeres se abstuvieron de prestar declaración.