El celebrante comparó este hecho descrito en la Biblia con la gran intolerancia imperante actualmente entre los seres humanos, así como nosotros ahora experimentamos en esta nuestra sociedad. “Qué intolerancia hay, qué humillación, qué dolor en todo sentido. En la familia, cuánta intolerancia, en la vecindad, en el trabajo. Ahora también en nuestras canchas de fútbol aflora la violencia”.
Ahora, con las apariciones de sicarios que eliminan vidas sin piedad, es terrible esta situación a la cual hemos llegado, remarcó.
¡No más violencia, por favor!, era el mensaje en la remera de una niña que el religioso utilizó como analogía en su prédica. (DB)