El rector del santuario, Pbro. José Asunción Benítez, comentó que se ha creído oportuna y necesaria la colocación de vallas de metal alrededor del gran espacio que cuenta el templo. Según mencionó, con esa medida se busca que la gente entienda que el lugar debe ser respetado, valorado y cuidado por cada uno.
El vallado de la plazoleta cuenta con varios accesos para la ubicación y el ordenamiento de los feligreses que van a participar de la misa.
El rector del santuario agregó que con las rejas se busca que los asistentes a la eucaristía puedan hacerlo con calma.
El religioso hizo especial hincapié en que muchas veces los vendedores ambulantes se desplazan libremente dentro del espacio ofreciendo sus productos mientras se realiza la celebración y esto impide a los fieles escuchar la celebración. Esta situación se da sobre todo los domingos durante la misa.
La obra de encierro del espacio público fue realizada mediante el apoyo de la Entidad Binacional Yacyretá a un costo de G. 400 millones, según detalló el referente de la Basílica Menor. DB.