02 jun. 2025

Bush seguirá presionado por la reforma migratoria

El presidente estadounidense se reunirá con los senadores de su partido que se oponen al proyecto de reforma migratoria, para presionarlos a que aprueben la normativa propuesta que está estancada en el Congreso.

AP-EFE
Washington-Tirana
El presidente George W. Bush no va a renunciar a su plan de reforma inmigratoria y tratará de convencer a senadores republicanos opuestos de que con ella se fortalece la seguridad de las fronteras, dijeron ayer funcionarios del Gobierno.
Pero el número dos del bloque demócrata en el Senado no estaba convencido de que hubiera perspectivas para un acuerdo. El senador Dick Durbin, de Illinois, citó la oposición de un grupo de conservadores en el Senado que consideran que el plan de ofrecer una vía para la legalización de unos 12 millones de inmigrantes ilegales equivale a una amnistía. “Necesitamos un cambio sustancial en el lado republicano”, dijo.
SE ACABA EL TIEMPO. En tanto, el aspirante a la postulación presidencial por el Partido Republicano, el senador John McCain, dijo que se está agotando el tiempo para reformar la ley de inmigración. “Tenemos otras cosas por hacer en el Senado”, dijo McCain a los periodistas. “Espero que podamos llegar a un acuerdo, pero creo sinceramente que el tiempo no nos favorece”.
Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca, y el secretario de Comercio Carlos Gutiérrez pronosticaron que la ley de inmigración será aprobada una vez Bush se reúna con los legisladores esta semana y el Congreso reconsidere la medida.
Snow dijo que Bush escucharía las inquietudes de los senadores el martes en un almuerzo. El presidente ha estado realizando llamadas telefónicas a senadores republicanos durante su viaje por Europa.
“Pienso que una de las cosas que uno hace en estos casos es escuchar”, dijo Snow cuando se le preguntó qué planeaba decir Bush. “Y yo pienso que una de las preocupaciones que mucha gente tiene, alrededor del país, es que la gente dice '¿Cómo podemos confiar en que ustedes van a garantizar la seguridad? Ustedes han tenido una frontera abierta por 21 años. ¿Cómo podemos confiar en ustedes?’” “Si usted mira la ley, verá que se trata la mayor inversión que se haya hecho en seguridad fronteriza”.
La semana pasada, los partidarios de la medida se quedaron a 15 votos de los 60 necesarios para limitar el debate y permitir una votación sobre la propuesta. El líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, dejó a un lado la medida, llamándola “la ley del presidente” y diciendo que la intervención de Bush era crucial para revivirla.
La legislación reforzaría los controles fronterizos, además de proveer estatus legal para inmigrantes ilegales ya residiendo en Estados Unidos y ampliaría el programa de trabajadores temporales.
Gutiérrez, a su vez, dijo que cree que “los votos estaban allí, y pienso que algunos senadores sintieron que necesitaban más tiempo y algunas enmiendas que no fueron debatidas apropiadamente. No tengo dudas de que va a ser aprobada, porque es una buena ley”.

Fue recibido como héroe
Albania se paralizó ayer para recibir como a un héroe al presidente de EEUU, George W. Bush, en las calles de Tirana, una ciudad cuyo espacio aéreo y de seguridad estuvo durante la visita totalmente controlado por marines y agentes de la CIA.
Para un país aislado durante más de cuarenta años y con un sistema político aún vacilante, la visita por primera vez del presidente del país más poderoso del mundo fue una auténtica fiesta.
Miles de personas se congregaron en la plaza principal de Tirana, una ciudad de 600.000 habitantes, para tratar de ver de lejos a Bush.
Una vez más, un presidente estadounidense, esta vez Bush, defendió sus intereses, al decir que la ONU debe aprobar ya un plan que dé la independencia tutelada a Kosovo, provincia serbia de mayoría albanesa. Bush, luego de su vista partió rumbo a Bulgaria.