El Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) solicitará la lista de universidades que aún no se presentaron a las convocatorias que realiza la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de Educación Superior (Aneaes) para poner a prueba la calidad de sus ofertas académicas.
De las 54 universidades existentes en el país –sin contar con la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay (UPTP)–, un total de 20 carecen de una sola carrera acreditada. Existen instituciones que presentaron algunas de sus carreras ante la Aneaes y que rebotaron en la acreditación o fueron postergadas. Hay otras que tienen programas de grado que están siendo evaluados o que los inscribieron en el 2018 y serán revisados recién este año.
“Estamos formulando una nota a la Aneaes. Les vamos a pedir una copia actualizada de aquellas (universidades) que fueron llamadas y no se presentaron: Vamos a emplazarles con la resolución que tenemos en el Cones”, anunció el Ing. Hildegardo González, presidente del ente rector.
Hizo referencia a la Resolución 166/15, cuyo artículo 21 obliga a las instituciones de educación superior –que cuentan con promoción de egresados– a someter sus carreras al proceso de evaluación.
Las 20 universidades en cuestión (ver infografía) corresponden al sector privado; entre ellas, están las que llegaron a inscribir por lo menos a algunas de sus ofertas académicas. Pero otras literalmente nunca se presentaron ante la agencia evaluadora.
“Lo que queremos tener es la confirmación de si no se han presentado o si fueron rechazadas; porque el no tener la acreditación puede provenir de dos cosas: de no haberse presentado, de haber postergado o de haberse rechazado”, apuntó González.
Indicó que el llamamiento a las instituciones para que sometan sus carreras a la evaluación de la Aneaes es frecuente, no así que se haga de forma masiva.
De acuerdo con la Resolución 166 del Cones, si a la tercera convocatoria –tras haber reportado la primera cohorte de egresados– no inscriben su carrera para ser evaluada, es pasible de intervención por parte del ente rector.
Depuración. En opinión de González, este proceso traerá aparejado el saneamiento de la ingente cantidad de ofertas académicas en el sector. “Las universidades privadas que tienen 400 a 500 carreras, al verse obligadas a acreditar representa un monto de dinero muy elevado. Eso va a significar que van a tener que cerrar carreras y filiales; de tal manera a tener carreras que puedan manejar”, manifestó.
El proceso de acreditación para cada programa de grado tiene un costo de G. 35.000.000 para las universidades privadas. Para las instituciones públicas es gratis.
