San Ignacio Misiones. Edgar Vázquez
La alegoría se basó en el principio de los guaraníes, “la luna y el sol” obra hecha por el artista plástico Carlos Bedoya que fue proyectado en dos pantallas gigantes cuyas secuencia se iba narrando en la inconfundible voz de Orlando Benitez.
Según la presentación los guaraníes identificaban las fuerzas del bien y del mal, Tupa Ñandejara era para los guaraníes la divinidad incorpórea que poseía todos los poderes y que protegía a los buenos contra el mal, sin embargo también existe el mal, que en su encarnación, es Aña, que significa el demonio.
Los artistas hicieron una demostración de todos los ritos de los guaraníes. Mostraron el momento en que la mujer estaba preparada para su iniciación de pareja, en medio de un ritual las indígenas le cortaban la larga cabellera, mientras que los varones realizaban toda una ceremonia para que el nuevo guerrero pueda obtener su arco y flecha y su pluma en la cabeza.
El espectaculo tuvo mucho color, y brillo combinado con luces negras que daba una emoción a todos los presentes.
Finalmente los artistas hicieron la demostracion del Manga Ñembosarai (el juego de la pelota), que fue inventado por los guaranies, según se detallan varios libros de invetsigación publicados por el diario del Vaticano El Observatore Romano, debido a esta publicación la ciudad de San IGnacio se bautizo con el nombre de la cuna del Futbol Mundial.
Se cree que el fútbol iniciaron los guaranies en la ciudad de San IGnacio Misiones y que fue exportado por los sacerdotes jesuitas hacia Europa, quienes vinieron a evangelizar a los guaranies.