Entre 9 y 10 religiosos se turnan diariamente para brindar a los fieles el sacramento de la confesión. Mientras van pasando uno a uno, los demás esperan sus turnos sentados en largos bancos.
A la tarea también se sumaron obispos de las distintas diócesis y eméritos. Los confesionarios de madera han sido donados por devotos de la Virgen y por ende, son con los que cuenta actualmente la basílica de Caacupé.
Sin embargo, en los días de altas temperaturas solo algunos sacerdotes los utilizan por el calor reinante que se siente en su interior.
En la fecha, el día mayor de la celebración, se aguardan miles de fieles que participarán de la misa central. Muchos de ellos, jóvenes, adultos y personas de tercera edad también aprovecharán la ocasión para confesarse, por lo que se espera largas filas y mucho trabajo para los sacerdotes.
Una treintena de religiosos para los feligreses que se confiesan