“Los costos con los intereses caerán 96.000 millones de reales (unos 22.860 millones de dólares)”, lo que permitirá al Ejecutivo “gastar menos y mejor”, señaló el ministro de Economía, Paulo Guedes, en Río de Janeiro.
La tasa básica de interés se encuentra actualmente en el 5,0% anual, el menor índice de la historia de Brasil, un país que históricamente tuvo tasas bastante altas. “Al contrario que el gobierno anterior, en el que los intereses a corto (plazo) caían y los de largo (plazo) no, ahora los largos también comenzaron a bajar“, apuntó Guedes, un liberal ortodoxo formado en la Escuela de Chicago.
El Banco Central de Brasil inició a fines del 2016 una baja sostenida de la tasa oficial de interés que se aceleró en este 2019.
Hace tres años, las tasas de interés rondaban el 14,25% anual y desde entonces se redujeron con el fin de estimular la economía y superar la grave recesión de esos años. El producto interno bruto (PIB) de Brasil se desplomó siete puntos porcentuales entre 2015 y 2016 y en los dos años siguientes inició una lenta recuperación con crecimientos cercanos al 1%.
En los últimos doce meses hasta octubre, el déficit fiscal nominal del país llegó al equivalente al 6,44% del PIB, mientras que la deuda bruta cerró ese mes con un valor correspondiente al 78,3% del PIB, cuando a inicios de 2014 no llegaba al 60%.
Por eso, Guedes afirmó que el gran problema de Brasil en los últimos 40 años era el “exceso de gastos”, que llegó al “45% del PIB”, obligando al Gobierno a realizar polémicas reformas estructurales de corte liberal. EFE