Eso fue lo que reveló ayer el ministro de Salud Pública, Dr. Julio Borba, al recordar el tono de la negociación que mantuvo con representante del dispositivo de la OPS/OMS.
“Dije que íbamos a buscar una salida amistosa a esta situación. Nos reunimos en Ginebra a finales de mayo, donde le planteamos el problema y estuvieron un poquito duros ellos, a fin de –entre comillas– cumplir el contrato”, relató en diálogo con Monumental 1080 AM.
Borba se mostró –dijo– firme en cuanto a que “no puedo aceptar vacunas que no voy a poder utilizar y que se me van a terminar venciendo”.
Refirió que, incluso, le plantearon lo siguiente: “Acepten y donen posteriormente” las vacunas que quedaron pendientes de entrega y que orilla las 3,2 millones de dosis.
“Pero no es esa la idea. No puedo gastar plata que no tenemos y más en un país como el nuestro donde tenemos muchas dificultades económicas”, remarcó.
El ministro insistió en que la postura del país es la “finalización del contrato”, en virtud a que se tienen otros acuerdos de compra que se suscribieron “porque no teníamos respuestas de Covax”, apuntó respecto a los contratiempos que llevaron al dispositivo a incumplir con lo que se había comprometido.
De 4.279.800 dosis comprometidas, Covax solo entregó 1.093.200 de unidades de vacunas en un lapso de diez meses. “Ahora estamos viendo la forma de que, además de la rescisión del contrato, podamos tener la devolución de ese anticipo”, indicó sobre parte de los USD 6,8 millones que Paraguay –así como otros 180 países firmantes– le giró al mecanismo como garantía para recibir la cantidad de vacunas arriba señalada.
a cuotas. El 30 de enero de 2021, la OPS anunciaba que Covax enviaría, a partir del mes siguiente, un lote de 304.800 dosis de plataforma AstraZeneca al Paraguay. Pero, finalmente, esa provisión fue fraccionada en tres tandas: 36.000 dosis el 19 de marzo; 134.800, el 25 de abril y otras 134.800, el 3 de junio.
Para entonces, el país se debatía entre la vida y la muerte, transitando por el peor momento de la pandemia de Covid-19. Los hospitales estaban colapsados de casos y sin camas de terapia intensiva para tratar a los pacientes graves que, en su mayoría, pasaron a engrosar la lista negra del Covid.
No puedo aceptar vacunas que no voy a poder utilizar y que se me van a terminar venciendo.
Dr. Julio Borba,
ministro de Salud Pública.