Esos tres resultados fueron destacados el lunes por los principales vencedores, los partidos tradicionales de centroderecha, para quienes los electores dejaron un claro recado de que se oponen al radicalismo y a la actual polarización que vive Brasil entre la ultraderecha del presidente Jair Bolsonaro y la izquierda de Lula.
Además de conquistar el mayor número de alcaldías en todo el país, los tres partidos más tradicionales de centroderecha se adjudicaron el gobierno municipal en 13 de las 25 capitales regionales del país, mientras que ocho formaciones se repartieron las otras doce.
Las formaciones vencedoras son el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002); el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), por muchos años la mayor fuerza electoral del país y que lidera el ex mandatario Michel Temer (2016-2018), y el liberal Demócratas (DEM), uno de los mayores vencedores en las municipales de este año y que multiplicó su número de alcaldías desde 266 en 2016 hasta 464 en 2020.
A estas formaciones pertenecen los vencedores en Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades del país y consideradas las joyas de la corona.
En Sao Paulo, el mayor colegio electoral del Brasil con unos 9 millones de votantes, Bruno Covas, nieto del histórico político Mario Covas, uno de los fundadores del PSDB, fue reelegido con el 59,3% de los votos, frente al 40,6% de Guilherme Boulos, el líder de los sin techo y del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
SãO PAULO. La victoria de Bruno Covas, un duro crítico de Bolsonaro, supone igualmente un espaldarazo para su padrino, Joao Doria, el actual gobernador de São Paulo, señalado como posible candidato presidencial del PSDB y el principal rival del líder ultraderechista en el campo conservador.
En Río de Janeiro, la alcaldía volverá a las manos del ex alcalde Eduardo Paes, el candidato del DEM y quien obtuvo el 64,11 % de los votos.
Frente al avance de los partidos de centroderecha en las municipales, el PT de Lula sufrió derrotas en las dos grandes ciudades en las que aún tenía posibilidades el domingo y por primera vez estará ausente de las alcaldías de capitales regionales de Brasil desde 1985.
Igual descalabro sufrieron los candidatos apoyados por Bolsonaro, que, sin formación desde que abandonó el año pasado el Partido Social Liberal (PSL) por divergencias con sus dirigentes, manifestó respaldo explícito a 13 candidatos en las municipales de este año, de los que 11 fueron derrotados.