28 sept. 2025

Bolsonaro y Lula cierran campaña en víspera del balotaje en Brasil

Un pulso en las calles de los mayores colegios electorales de Brasil: São Paulo, donde Lula organiza una caminata, y Minas Gerais, donde Bolsonaro encabezó una caravana de motocicletas.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue recibido con gritos de “¡mito!” ayer durante el último día de campaña rumbo al balotaje de hoy, en el que intentará la reelección frente al ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien llega con una ventaja en las encuestas.

La tensa campaña llega a su fin con un pulso en las calles de los mayores colegios electorales de Brasil: los estados de São Paulo, donde Lula organiza una caminata, y Minas Gerais, donde Bolsonaro encabezó una caravana de motocicletas. “Estoy confiado en la victoria el domingo”, dijo a medios locales el presidente de 67 años al recorrer Belo Horizonte, capital de Minas, donde fue recibido a gritos de “¡Mito, mito!” por miles de partidarios vestidos de verde y amarillo. Una de ellas era la microempresaria Fabrícia Alves, de 36 años. “No estoy a favor del aborto ni la ideología de género, que es lo que el otro partido quiere imponer en nuestro país”, aseguró al justificar su voto.

Lula se impuso en la primera vuelta con el 48% de los votos contra el 43% de Bolsonaro, un resultado que quebró las proyecciones que anticipaban una ventaja holgada del ex mandatario. En la encuesta del jueves del Instituto Datafolha, el líder de izquierda va adelante con 53% contra 47%.

En Brasilia, partidarios de ambos candidatos también circularon por las calles con banderas ayer. La primera dama, Michelle, participó a bordo de un jeep en una caravana de “Mujeres con Bolsonaro”, que según un fotógrafo de la AFP reunió unos 100 autos en la región central de la capital.

Cruce de acusaciones Ambos candidatos se vieron las caras en el último debate televisado el viernes por la noche, en el que se acusaron incesantemente de mentir.

Bolsonaro busca la reelección después de cuatro años de un gobierno marcado especialmente por la crisis sanitaria y económica que desencadenó la pandemia y que mató a 688.000 personas en Brasil, tensas relaciones con las instituciones y críticas internacionales por su política medioambiental.

En la recta final ha presentado como logros de su gobierno la lenta recuperación de la actividad, principalmente el reciente retroceso de la inflación y el desempleo, que se ubicó en 8,7% a setiembre. Durante meses, Bolsonaro cuestionó sin pruebas el sistema electrónico de votos, despertando temores de que no acepte los resultados de hoy domingo. El viernes dijo sin embargo que “el que tenga más votos, gana”, al ser interrogado en una breve entrevista después del debate sobre si aceptaría una eventual derrota. “Eso es la democracia”, añadió.

“Caminata de la victoria” Lula, quien a sus 77 años recién cumplidos aspira a regresar al poder después de gobernar en la primera economía de América Latina entre 2003 y 2010, prepara por la tarde una “caminata de la victoria” por la emblemática Avenida Paulista. “Brasil necesita un gobierno que vuelva a cuidar de nuestra gente, especialmente del que más necesita. Necesita paz, democracia y diálogo”, escribió Lula en una carta dirigida a los electores. Hoy domingo unos 156 millones de brasileños están convocados a votar en los 26 estados del país y el distrito federal.

En el primer turno, alrededor de 32 millones no sufragaron (21%). El número quintuplica la ventaja de seis millones de votos que obtuvo Lula sobre Bolsonaro.

En Brasil el voto es obligatorio, pero la multa por no ir a las urnas es de 3,5 reales (0,50 centavos de dólar).

El duelo final entre Bolsonaro y Lula se da en medio de la expectativa de un resultado apretado que puede aumentar la crispación y polarización del país, tras una tensa campaña cargada de agravios y desinformación.

Tras sus dos mandatos, Lula estuvo preso en el marco de la megacausa anticorrupción “Lava Jato”, pero resucitó políticamente tras la anulación de sus condenas por irregularidades procesales.

Ahora cuenta con el apoyo de artistas como Anitta y Caetano Veloso, de la senadora Simone Tebet, tercera en la primera vuelta (4%), y de figuras históricamente opuestas a su Partido de los Trabajadores (PT), como el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB).

Bolsonaro cuenta con el respaldo sobre todo del agronegocio y de la mayoría de evangélicos –un tercio del electorado– que alaban sus posiciones ultraconservadoras.

También se declararon a su favor varios cantantes del popular género brasileño sertanejo, el futbolista Neymar y el ex presidente estadounidense Donald Trump.


Jair pide a sus seguidores que fiscalicen la votación
El mandatario Jair Bolsonaro, quien aspira a la reelección en las presidenciales de hoy, llamó ayer sus simpatizantes a ser fiscales del proceso de votación en los colegios electorales.
“Amigos y amigas, este domingo, ahora, sea fiscal de Bolsonaro. En el lugar de votación, usted estará atento, pendiente de todo lo que ocurra allí dentro. Ayude a nuestro Brasil”, afirmó el líder ultraderechista en un video divulgado por su campaña.
Bolsonaro se medirá en el balotaje al ex gobernante progresista y candidato favorito Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó la primera vuelta con 48,4% de los votos, frente al 43,2% que obtuvo el capitán retirado del Ejército. En este marco, el actual jefe de Estado, que en los últimos meses sembró sospechas sobre el proceso electoral, con graves ataques a las urnas electrónicas, animó a sus votantes a registrarse en una página web de su partido para convertirse en “fiscal de Brasil”. La actuación de fiscales voluntarios el día de las elecciones es algo previsto en la legislación que también prohíbe a los mismos generar disturbios, dificultar el trabajo de los miembros de la mesa de la votación o intimidar a los electores. Aliados del gobernante se movilizaron en las redes sociales para estimular a la militancia bolsonarista a vigilar el pleito electoral. EFE