07 may. 2025

Bolsonaro busca hueco en la tierra natal de Lula Da Silva

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, buscó ayer un hueco en la tierra natal de su principal rival, el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, favorito para las elecciones de octubre y quien regresó en las últimas horas en campaña a la ciudad donde pasó 580 días en prisión.

A menos de 20 días para los comicios, los dos principales candidatos de las elecciones de octubre centraron sus respectivas agendas en las regiones donde enfrentan más resistencia por parte de los electores: Bolsonaro en el noreste y Lula, en el sur.

El capitán de la reserva del Ejército hizo campaña en Garanhuns, una ciudad de 140.000 habitantes en el estado de Pernambuco, donde lideró una marcha de evangélicos, una de sus principales bases electorales de cara a las elecciones del 2 de octubre.

Bolsonaro volvió a enarbolar sus principales banderas (“Dios, patria, familia y libertad”) y reforzó sus valores conservadores.

“Dicen que el Estado es laico, pero el presidente de la República cree en Dios, defiende la familia brasileña, defiende la vida desde su concepción”, resaltó el jefe de Estado, sin citar el nombre de Lula en su discurso.

El líder de la ultraderecha brasileña intenta ganar músculo en el noreste, un importante feudo de la izquierda y donde el antiguo sindicalista lidera con alrededor del 60 % de las intenciones de voto, frente al 22% de Bolsonaro.

El ex presidente brasileño, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se consagró en esta región de población mayoritariamente pobre con el impulso de programas de transferencia de renta como el “Bolsa Familia”, el cual Bolsonaro rebautizó durante su Gobierno como “Auxilio Brasil” con la intención de desvincularlo del ex tornero mecánico. Bolsonaro, poco antes de la campaña, promovió un aumento del 50% en el valor de dicho subsidio. Para burlar la ley electoral, que prohíbe la concesión de nuevas ayudas sociales en años electorales, el oficialismo tuvo que aprobar una enmienda constitucional y declarar el estado de emergencia, amparándose en la alta inflación.