La cruzada del mandatario contra las urnas electrónicas que Brasil adoptó en 1996 llegó a un punto de conflicto el lunes, cuando el Tribunal Superior Electoral (TSE) reaccionó y abrió dos posibles vías de investigación sobre la conducta del mandatario, que llegó a considerar “antidemocrática”.
El presidente del TSE, Luis Barroso, también miembro de la Corte Suprema, solicitó a ese máximo tribunal que incluya a Bolsonaro en una investigación sobre difusión de noticias falsas y “ataques” a las instituciones democráticas, y abrió un proceso “administrativo” en la Justicia electoral por sus “amenazas” a los comicios. Según fuentes judiciales consultadas por Efe, si la Corte Suprema acepta incluir a Bolsonaro en la investigación sobre “fake news”, el mandatario pudiera responder a un proceso penal que pondría en juego su permanencia en el cargo. Por otro lado, el proceso administrativo abierto por el TSE puede llevar a que su eventual candidatura sea vetada por ese organismo o impugnada por la oposición. EFE