La pérdida del control de la Cámara de Representantes y del Senado el 8 de noviembre sería una dura derrota para el inquilino de la Casa Blanca, que en las encuestas se benefició hasta hace poco de un repunte, mermado por las dificultades de la economía estadounidense.
El alto precio de la gasolina, de los alimentos, de las golosinas para Halloween: la oposición republicana, incluido el predecesor de Biden, Donald Trump, quien critica sin pausa la inflación récord bajo el gobierno de Biden y su partido, es de lejos las principal preocupación de los votantes, según las encuestas de opinión.
En estas “midterms”, como se llama en inglés a estas elecciones, los estadounidenses están llamados a renovar la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado en Washington. También están en liza varias gobernaciones y cargos electos locales.
Organizadas dos años después de las presidenciales, las elecciones de mitad de mandato se convierten en un referendo de facto sobre la gestión del ocupante de la Casa Blanca. El partido del presidente rara vez escapa al voto de sanción. Según las encuestas de opinión más recientes, la oposición republicana tiene muchas posibilidades de hacerse con la Cámara Baja. Los sondeos están más divididos sobre el futuro del Senado.
Ante el creciente descontento con la inflación y el riesgo de una recesión que reducen las chances de éxito electoral, el líder demócrata apela a la indignación por la decisión de la Corte Suprema de revocar la sentencia que hace casi medio siglo consagró el derecho al aborto a nivel nacional, con miras a captar votos de la izquierda y el centro. AFP