Las condiciones adversas no terminan de ensombrecer al ya golpeado desempeño del 2019. Por un lado, las señales de recuperación de la economía demuestran que concluyó el ciclo de recesión en que cayó el mercado en el primer semestre; por el otro, la incertidumbre respecto a cuánto finalmente podrá ser el límite del déficit fiscal compromete la continuidad de las obras públicas y el sector importador sufre los efectos generados por la bajante del río Paraguay.
César Yunis, encargado de despacho de Estudios Económicos del Banco Central del Paraguay (BCP), explicó que el crecimiento de 6,2% de la actividad económica en setiembre de 2019 (respecto al mismo mes del 2018) lleva a calcular que el tercer trimestre del año tuvo una variación positiva. Sin embargo, reconoció que existe cautela respecto a lo que pueda ocurrir en los últimos meses del año, ya que la disposición del Congreso Nacional sobre el porcentaje del producto interno bruto (PIB) que podrá representar la diferencia entre los ingresos y los gastos del Estado resulta vital para que no se frenen las inversiones públicas.
El Ministerio de Hacienda pidió flexibilizar la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), a fin de que el déficit pueda llegar hasta a 3%. El Senado aprobó el nivel de 3%, pero Diputados lo recortó a 2%; para la próxima semana se espera que la Cámara Baja trate nuevamente esta propuesta y se disponga la resolución final.
“(La situación económica) podría complicarse si es que deben ajustarse al 2% (de déficit fiscal), cuando están pensando en 2,5%. Podría afectar a los desembolsos en lo que queda del año, dar un menor dinamismo sobre todo en el tema de obras públicas, que tiene un derrame importante en toda la economía”, dijo el técnico del BCP.
El economista César Barreto coincidió con Yunis en que si no sube al menos a 2,5% el tope de déficit fiscal para este año, habrá un frenazo de obras públicas. Esto, sumado a los sobrecostos que están teniendo las importaciones por la bajante del río Paraguay y sus efectos en el dinamismo comercial típico de las fiestas de fin de año, configura un panorama poco alentador para el cierre del 2019.
El ex ministro de Hacienda estimó que si se mantiene la versión de Diputados, de 2% como tope del déficit fiscal, el PIB caerá más de 0,5% en el 2019. En el 2020, si este indicador no puede sobrepasar el 1,5% (límite dispuesto por la LRF), el crecimiento económico del país será de un máximo de 3,5%.
El ex presidente del BCP Carlos Fernández sostuvo en su cuenta de Twitter que la recesión quedó atrás, ya que el tercer trimestre de 2019 exhibió un crecimiento de 4% de la actividad económica. Recalcó que si la dinámica se consolida en el cuarto trimestre, habrá una buena base para un 2020 mejor; para el efecto, instó a que el Presupuesto General de la Nación (PGN) sea sostenible y revierta la tendencia observada de gastos corrientes crecientes.
El PIB reportó una caída de 2,5% en el primer semestre de 2019 e ingresó a la fase de recesión al acumular dos trimestres consecutivos de resultados negativos. La actividad económica aún acumula una baja de 1,3% hasta setiembre, según el BCP.
Expectativas siguen bajando
Los agentes económicos redujeron de 0,9% a 0,4% la proyección de crecimiento económico del 2019, entre las encuestas realizadas en octubre y noviembre, según el BCP. No obstante, esta estimación no alcanza aún al 0,2% que maneja el BCP. Para el 2020, el pronóstico del mercado se mantiene en 3,3%.
En cuanto a la inflación, el informe de Expectativas de Variables Económicas (EVE) revela que se espera una variación mensual de 0,3% en noviembre y diciembre, para que el índice cierre el año en 3,1%.