16 jun. 2025

Ban Ki-moon hace un llamamiento urgente para un alto el fuego en el Congo

Nairobi, 7 nov (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo hoy un llamamiento urgente para un alto el fuego en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y la creación de corredores humanitarios que permitan la atención a los cientos de miles de desplazados por la violencia en la zona.

Ban indicó en rueda de prensa, al término de la cumbre celebrada hoy en Nairobi para tratar del conflicto congoleño, que todas las agencias de la ONU se movilizarán para proveer de asistencia humanitaria y que los países de la región se han comprometido a enviar fuerzas de paz si la situación lo requiere.


Cascos azules de la ONU pasan junto a centenares de congoleños que huyen hacia Goma. EFE | Ampliar imagen

De los alrededor de seis millones de habitantes de la provincia oriental congoleña de Kivu Norte, se calcula que 1.200.000 viven desplazados en una situación desesperada, agravada en estas últimas semanas, en las que los combates entre rebeldes tutsis y tropas del Gobierno prácticamente han paralizado la ayuda humanitaria.

Según cálculos de organizaciones internacionales, las continuas acciones violentas en Congo desde 1998 han causado la muerte en el país a casi cinco millones y medio de personas, lo que supone 45.000 al mes.

El eventual envío de militares de la región, “no implicaría una pérdida de autoridad de las fuerzas de la Misión de la ONU para el Congo (MONUC), sino que sería una señal de compromiso de los países vecinos en el conflicto”.

La MONUC, que Ban pidió que se refuerce, aunque no especificó que países podrían hacerlo, debe mantener la paz en la región, pero tiene sus limitaciones, una de ellas “la enorme extensión de la RDC, que dificulta la ejecución de la misión”, a pesar de ser la máyor de la ONU en el mundo, con 17.000 soldados,

El secretario general de la ONU hizo hincapié en que, en cualquier caso, “la solución militar no es una opción para dar salida al conflicto, y sí las fuerzas de paz”.

Urgió a los líderes africanos presentes -los Presidentes de Kenia, Tanzania, Burundi, Uganda, la RDC, Congo Brazaville, Ruanda y Uganda- a “asumir la histórica responsabilidad que les corresponde, en un momento crítico para la región y cooperar lo máximo posible para poner fin a la violencia”.

Aseguró que, después de mantener conversaciones por separado con los Presidentes de Ruanda y la RDC, Paul Kagame y Joseph Kabila, respectivamente, está “seguro de la buena voluntad de ambos para proseguir con el diálogo y hallar una salida temprana”.

El entendimiento entre ambos gobiernos es crucial para el buen curso de los acontecimientos, debido a las acusaciones de la RDC a Ruanda de estar detrás de los rebeldes tutsis y de Ruanda a la RDC de respalda a los hutus de la Fuerza Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), relacionados con el genocidio ruandés de 1994.

Previamente, durante su discurso en la Cumbre, Ban indicó que la solución del conflicto del este del Congo es urgente, ya que puede afectar a toda la región de los Grandes Lagos y África Central.

Las conclusiones de la cumbre, según Ban, se enviarán a Laurent Nkunda, líder de los rebeldes tutsis del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que en las últimas semanas han ocupado gran parte de la provincia oriental congoleña del Kivu Norte.

Alan Doss, representante especial de la ONU para la RDC, dijo a Efe que “se espera que Nkunda acceda a mantener el alto el fuego y vuelva a las posiciones que se definieron en enero de 2008", muy al norte de donde se encuentran sus combatientes, a las puertas de Goma, la capital de Kivu Norte.

Doss insistió, además, en la “importancia de luchar contra la explotación ilegal de recursos minerales en toda la región de Kivu para acabar con el conflicto”.

“Las minas deberían estar más controladas, así como el tráfico en los aeropuertos y los países importadores, ya que este negocio es una de las mayores amenazas para la estabilidad en la región”, apostilló Doss.

Con la venta de estos minerales, sobre todo coltán, oro y estaño, los rebeldes obtienen grandes sumas de dinero para armar y equipar a sus guerrillas, lo que dificulta el desarme de estos grupos, acordado en noviembre y enero pasados.

La Cumbre, en la que estuvieron representantes de Europa y Estados Unidos, decidió la creación de un comité especial, con sede en Nairobi y presidido por Mwai Kibaki, Presidente de Kenia, que actuará como “facilitador” de las medidas para acabar con el conflicto.