El gremio explica que las limitaciones en la logística afectan aún más a la competitividad del comercio exterior y en particular a la agroindustria que representa cerca de la tercera parte de los envíos que dependen de la navegabilidad de los ríos Paraguay y Paraná.
“La imposibilidad de exportar por vía fluvial, o una reducción muy significativa del ritmo de salida, por el nivel de los ríos sería lo que desencadenaría este escenario de paro, ya que la capacidad de almacenamiento en las industrias es limitada”, explicó la cámara que aglomera a 11 empresas industriales.
Asimismo hizo un llamado a revisar los trabajos de dragado y que según el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay no se hacen de manera adecuada desde 30 años. Si bien había un proyecto el año pasado, no se llegó a ejecutar y la bajante de los ríos se fue agravando hasta que se suspendió la navegación en el Paraná hace dos meses.
“Consideramos que el escenario actual, que se suma a la pandemia que obliga a todos a cambiar paradigmas, nos debería llevar a replantear las estrategias existentes con relación al dragado de los ríos, la señalización y en general los trabajos para mantener nuestra principal vía de comunicación en buenas condiciones”, agregó la Cappro.
En cuanto a las exportaciones de productos industrializados, se experimentó un promedio de 70.000 toneladas menos por mes con relación al 2019.
Bajo procesamiento. Entre enero y abril se industrializaron 982.282 toneladas de soja, que representa una reducción del 13% respecto al año pasado, pero las cifras negativas cobran mayor fuera si se tienen en cuenta que desde el 2014 se procesaron durante el mismo periodo más de 1 millón de toneladas.
Influyó el atraso de la molienda desde principios de año como efecto de la cosecha tardía de la soja, así como las restricciones sanitarias.
Se movilizaron más de 100 barcazas
El 69% de las embarcaciones varadas con cargas de soja pudieron salir de los puertos sobre el río Paraná y en aproximadamente 10 días llegarán a las terminales de Argentina.
En los últimos dos días zarparon 105 embarcaciones que de las 153 que guardan unas 200.000 toneladas de oleaginosa desde hace más de dos meses. El operativo empezó el martes, mientras que ayer cruzaron la esclusa de Yacyretá otras 21 barcazas, explicó el presidente del Centro de Armadores Fluviales, Esteban Dos Santos.
Recién el 26 de mayo habrá una nueva ventana de agua con la apertura de las compuertas de Itaipú, que se interrumpe esta semana. A partir de allí podrán zarpar las 48 embarcaciones restantes con destino a los puertos de Argentina.
Desde que zarparon, los barcos viajan alrededor de 10 días y una vez que se descarguen los granos, los compradores deben evaluar la calidad, dijo a su vez José Berea, titular de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas.
La apertura de las compuertas del vertedero de Itaipú se limita a ayudar a que las embarcaciones atoradas en el Paraná puedan navegar, mientras que las nuevas exportaciones vía fluvial dependen del río Paraguay.