El jefe de Estado hizo el anuncio tras haber recibido hoy por escrito una petición oficial del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, para que las Fuerzas Armadas refuercen la seguridad en la ciudad más emblemática de Brasil.
“Es necesario tomar una decisión de forma ordenada, de forma muy cuidadosa, sobre lo que las Fuerzas Armadas pueden hacer para ayudar en el combate a la violencia en Río de Janeiro y, sobretodo, para mantener la tranquilidad”, dijo Lula en declaraciones que concedió a periodistas antes de una ceremonia oficial en el estadio Maracaná.
Aseguró que, en caso de que la petición del gobierno regional sea aprobada en la reunión que tendrá el jueves con su ministro de Defensa, Waldir Pires, y con los comandantes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina, serán necesarias otras reuniones para determinar el número de militares que podrán ser enviados.
“En el momento en que tengamos un mapa con esos locales (los más violentos de Río de Janeiro), vamos a ver la cantidad de personas necesarias para eso”, agregó.
Dijo igualmente que determinó que sus ministros de Defensa y de Justicia, Waldir Pires y Tarso Genro, así como los comandantes de las Fuerzas Armadas, viajen a Río de Janeiro para analizar la situación con las autoridades regionales.
Según Lula, el gobierno de Río de Janeiro tiene que informar detalladamente cuáles son sus necesidades, los equipos o los refuerzos que necesita la policía, y ofrecer mapas con los locales en que espera la ayuda de las Fuerzas Armadas.
El gobernador de Río de Janeiro, al participar el lunes en el funeral de uno de sus escoltas asesinado por asaltantes, dijo que no pretende pasar los cuatro años de su gestión asistiendo a entierros de policías o de inocentes acribillados por el crimen organizado.
Cabral dijo entonces que aprovecharía su encuentro de hoy con el jefe de Estado para solicitarle que miembros de las Fuerzas Armadas refuercen la seguridad en Río de Janeiro.
Según el gobernador, en Río de Janeiro hay miles de militares acuartelados, por lo que no sería necesario traerlos de otros estados, que no hacen nada para ayudar a detener la creciente violencia en la ciudad.
Lula manifestó el propio lunes su disposición de atender la petición del gobernador de Río de Janeiro pese a la opinión contraria tanto de su ministro de Defensa como de su ministro de Justicia.
“Las Fuerzas Armadas sólo deben ser usadas en casos excepcionales y son entrenadas para otro tipo de acción. No hay cómo adecuarlas para que actúen como policías”, dijo el ministro de Justicia.
“Las Fuerzas Armadas son esencialmente para garantizar la soberanía nacional”, aseguró el ministro de Defensa, también contrario a la idea.
El gobierno federal y el regional, sin embargo, ya llegaron a un acuerdo para que militares puedan reforzar la seguridad de Río de Janeiro durante los Juegos Panamericanos, que la ciudad organizará en julio próximo.
Los militares, además, han sido convocados en otras oportunidades de aumento de la criminalidad en la ciudad y han ayudado a patrullar las calles.
En Río de Janeiro ya actúan desde hace un par de meses miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad, una cuerpo elite de policías cuya presencia en el estado fue solicitado por Cabral ante una ola de ataques en diciembre pasado atribuidos a narcotraficantes.
Pero ese refuerzo no ha sido suficiente para frenar la violencia y, según cifras oficiales, en lo que va de año han sido registrados casi 1.000 asesinatos en el estado.
Solamente en enero la tasa de homicidios se elevó en un 9,6 por ciento, la de robos a peatones en un 24,8 por ciento y la de asaltos a autobuses en un 10,4 por ciento. - (EFE)