Alrededor de 20 comerciantes, que cumplieron con el requisito de compra mínima de producción nacional, acceden en esta primera etapa del 2022 a las acreditaciones fitosanitarias de importación.
El director de Comercialización del MAG, Aníbal Roa, dijo que al cierre de la semana pasada se otorgaron permisos para alrededor de 500.000 kilos, pero duda de que haya ingresado incluso la mitad, debido a que hay un proceso de negociaciones entre partes, además del viaje de ida y vuelta de los camiones.
Sin embargo, en los mercados mayoristas ya se puede observar la presencia de los productos argentinos. Estos se ofrece al público a un promedio de G. 153.000 la caja, mientras que el nacional cuesta G. 110.000. En simultáneo se sigue registrando el ingreso de tomate de contrabando, aunque en menor medida debido a una escasez a nivel regional.
Esta oferta disminuida no significa una amenaza de desabastecimiento, según Roa. El tomate paraguayo seguirá cubriendo el 15% de la demanda local y a partir de mayo habrá nuevamente una abundancia del producto nacional.