Los comisarios Saturnino Santiago Villalba, Julio César Díaz Zárate, Jorge Máximo Coronel Ferreira y Víctor Eduardo Balbuena Ortega sí tuvieron la aprobación para el grado de comisario general director.
Los que no tuvieron la venia de los senadores fueron Ricardo Scavenius y Marcial López Palma. El caso de este último fue el que generó una fuerte pulseada.
La colorada Lilian Samaniego fue la que vetó a ambos, poniendo como antecedente discriminación a mujeres.
Sobre López Palma pesó que haya estado al frente de la Agrupación Especializada cuando el brasileño Marcelo Piloto mató a una joven.
A esto se sumó la información de que el día del secuestro de Óscar Denis el comisario se haya preocupado más por elaborar la lista de ascensos con el ex comandante Francisco Resquín.
Sobre Scavenius, Samaniego fue tajante. “Tiene que pasar a retiro”, fue el veredicto de la senadora colorada.
Mencionó que recibió denuncias de mujeres policías que lo acusaron de ser una persona “autoritaria, prepotente y discriminatoria”.
Además, remarcó que el comisario ya no reunía los requisitos para el ascenso.
El cartista Antonio Barrios salió en defensa de Scavenius, alegando que le parecía raro que haya quejas de una institución no deliberante.
Cuando le tocó a López Palma, se dio la misma discusión, y se alegó confusión en el momento de la primera votación, que fue desfavorable para el comisario.
Ante la duda se pidió reconsideración de los votos, y ante la insistencia de Samaniego de que ya se votó, Fidel Zavala se refirió a ella como “ministra del Interior”.
Se escuchaban murmullos y comenzaron las quejas de los senadores que pedían el uso de la palabra.
Hasta el liberal Amado Florentín perdió la paciencia y reclamó orden al titular del Congreso, Óscar Salomón.
Luego se pasó al siguiente punto del orden del día, y al terminar este debate, una hora después, se volvió a insistir en la reconsideración del caso del comisario López Palma.
Una mayoría decidió volcarse a favor de que se vuelva a tratar y que el voto sea nominal, lo cual arrojó como resultado la ratificación de lo que ya se había decidido, de rechazar el ascenso, quedando finiquitado el tema.