Desde el domingo, las fuerzas de este enclave separatista, apoyadas política, militar y económicamente por Armenia, y las de Azerbaiyán, que recibe el respaldo de Ankara, se enfrentan en los combates más mortíferos desde 2016.
Una intervención militar directa de Turquía supondría un importante giro, tras unos enfrentamientos que han causado cerca de cien muertos y que continúan, pese a los llamados a la calma de la comunidad internacional.
ONU. El Consejo de Seguridad de la ONU, en una reunión de emergencia, reclamó “el cese inmediato de los combates” para tratar de evitar una guerra abierta entre Armenia y Azerbaiyán, que podría desestabilizar la región del Cáucaso sur e implicar a Rusia y Turquía, las potencias regionales.
Armenia declaró el martes que había perdido un avión de combate SU-25 y su piloto, derribados por un F-16 turco.
Por su parte, el director de Comunicación de la Presidencia turca, Fahrettin Altun, calificó esta acusación de “completamente falsa” y exhortó a Ereván a retirarse de los “territorios ocupados”. AFP