Durante el debate, hubo bastante confusión, y en ese contexto, se planteó postergar mientras se aclaraba, o que se haga una sesión extraordinaria el lunes, pero no corrió.
Varios senadores, entre ellos Desirée Masi, dijeron que recibieron denuncias sobre cobro de tarifas de alcantarillado en zonas donde no se tiene dicho servicio.
El titular de la Comisión de Legislación, Víctor Ríos, expuso sobre el dictamen que aconsejaba el rechazo.
El de Hacienda, Juan Darío Monges, indicó que el proyecto pretendía establecer un tope al precio de servicio de alcantarillado, para que en ningún caso sea superior a la tarifa de agua potable.
El liberal Blas Lanzoni, en representación de Obras Públicas, defendió el veto, alegando que la propuesta perjudicaría las inversiones.
Stephan Rasmussen, de Patria Querida, remarcó que se debe poner un límite a la Essap, y cuestionó la objeción total del Ejecutivo.
Monges sostuvo que no se puede pagar por un servicio que no se recibe. Georgia Arrúa insistió que la gente que no tiene alcantarillado también recibe la factura.
El resultado de la votación fue 21 a favor de la aceptación del veto, y 20 por el rechazo, y se remitió al archivo.