09 ago. 2025

Aprendiendo a escuchar los “sonidos” del silencio

El punto de fuga

ccantero@uhora.com.py

“En la luz vi diez mil personas o más, la gente hablaba sin comunicarse, la gente oía sin escuchar, la gente escribía canciones que nadie escucharía y nadie rompía el sonido del silencio...”

La estrofa corresponde a uno de los mayores clásicos de la música contemporánea: Los sonidos del silencio (“The sounds of silence”), interpretado en los años 60 por el dueto estadounidense Simon & Garfunkel y luego reproducido a través de innumerables versiones.

El sugestivo título y en particular, esta parte de la canción, me vino a la mente esta semana luego de leer el mensaje del Papa Benedicto XVI en ocasión de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, celebrado el domingo pasado.

El tema de este año se ha centrado sobre el valor del silencio como parte integrante en el proceso de comunicación entre los seres humanos y resulta interesante por el contexto en el cual se ha planteado y, sobre todo, a quienes va dirigido: a los periodistas y comunicadores.

No deja de llamar la atención que precisamente en una época en la que nos saturan con mensajes e informaciones de todo tipo, que provienen de todo el mundo, la Iglesia nos recuerde el valor del silencio.

Muchas veces, se ha reducido el valor del silencio identificándolo solo como la ausencia de sonido o a permanecer callado ante una situación determinada; mientras que, la propuesta del Pontífice apunta más bien a indicarnos cómo a través del silencio, uno también puede comunicarse, incluso de un modo mucho más auténtico, pues las palabras a ser dichas o pronunciadas, adquieren mayor densidad y contenido.

Es que “en el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento del otro”, afirma el Santo Padre. Y más adelante agrega que “el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial”.

En ocasiones, el silencio también es asociado a la soledad, tal vez uno de los mayores dramas para el hombre moderno que, pese a tener a su alcance las herramientas más modernas de comunicación, vive sin embargo cada vez más aislado de la realidad.

Por eso, el Papa enfatiza la importancia de los motores de búsqueda y las redes sociales como un “punto de partida en la comunicación para muchas personas que buscan consejos, sugerencias, informaciones y respuestas”. Ante esta situación, nos invita a “la reflexión y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada”. En definitiva, el silencio nos permite una verdadera comunicación interior que al mismo tiempo, nos acerca a los demás.