Los integrantes del grupo, básicamente geólogos, expondrán sus conclusiones en conferencias científicas en las ciudades de Lila (norte de Francia) y Berlín, con la expectativa, nada fácil, de convencer a sus pares.
ADIÓS AL HOLOCENO. En su opinión, la actividad humana ha llevado al planeta a abandonar la estabilidad de la época del Holoceno, que comenzó hace 11.700 años, cuando terminó la última glaciación.
Esta nueva época se anuncia en principio poco entusiasmante, pues habla de un mundo que se está calentando, con sistemas de soporte vital que están fallando.
El concepto de “época de los humanos” fue propuesto por primera vez en 2002 por el Nobel de Química Paul Crutzen, que estimó que podía aplicarse desde mediados del siglo XX.
Coincide con el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, la contaminación por microplásticos, los residuos radiactivos de los ensayos nucleares y otra docena de marcadores de la creciente influencia de nuestra especie en el planeta.
Los científicos lo llaman la Gran Aceleración.
Ese fenómeno provoca a su vez sedimentos, detectables en el fondo de un lago, arrecifes de coral, núcleos de hielo o cualquier otro depósito geológico.
Los expertos han seleccionado nueve sitios, tres de los cuales estarían situados en China, Canadá y Japón.
El fruto de la larga labor del grupo de científicos debe ser validado luego por un grupo de científicos en la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS) y finalmente por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS).
Las posibilidades de que eso suceda son escasas, según casi todos los involucrados.
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la huella geológica de la humanidad merece una nueva entrada en la Carta Cronoestratigráfica Internacional, la línea de tiempo oficial del planeta, que se remonta a 4.500 millones de años.
Al mismo tiempo, confirmar el Antropoceno nos obligaría a reflexionar sobre el impacto de la humanidad en su entorno. Crutzen, que ganó un Nobel por identificar las sustancias químicas creadas por el hombre que destruyen la capa protectora de ozono, esperaba que el concepto y la realidad del Antropoceno fuera un grito de alerta sobre los desafíos que se avecinan.