‘‘Anita presenta una evolución favorable’’, indicó el doctor Marcos Melgarejo, jefe del equipo cardiovascular del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu. A la niña le retiraron el respirador y el injerto está funcionando bien, dentro de los parámetros normales.
En las primeras horas del trasplante se busca consolidar el tratamiento antirrechazo del órgano y, según el médico, los primeros días son muy agresivos y se trata de consolidar el sistema inmunológico, de manera que pueda haber una correcta adaptación. Si la evolución sigue favorable, la pequeña podría ser dada de alta en cuestión de dos semanas, dijo el doctor a Npy.
En abril, la niña fue diagnosticada con miocardiopatía restrictiva dilatada y desde el 1 de agosto estaba conectada a un corazón artificial.
Anita estaba en la lista de espera para trasplante con prioridad cero (o máxima), ya que su caso era muy urgente. El donante vivía en el mismo barrio que ella, en Zeballos Cué, de Asunción, y además la familia era amiga de su padre.