El investigador y fundador del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Fernando Masi, y el analista Amílcar Ferreira coinciden en que la ratificación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido también como Acuerdo de Escazú, sería beneficioso para la economía del país.
“Es bueno que los productores agropecuarios del Paraguay sepan que las calificadoras de riesgo ya están incluyendo la variable cambio climático para evaluar inversiones en los países del norte y del sur”, advirtió Masi en su cuenta en Twitter con relación al impacto que podría tener la oposición de los agroganaderos a la adopción del nuevo tratado.
Como ejemplo mencionó que los fondos privados internacionales ya se están retirando del Brasil, que tampoco ratificó el documento, debido al poco cuidado sobre el medioambiente y la producción sustentable.
En la misma línea, Ferreira explicó que el país va a perder acceso a financiamiento, atendiendo que los créditos internacionales están condicionados bajo los principios que justamente contempla el acuerdo, que tiene por objetivo el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación para la protección del derecho de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medioambiente sano y al desarrollo sostenible.
Pero además señaló que no se aprovecharían las ventajas que representan en el comercio exterior. “Con este acuerdo, todos los productores que cumplen con la ley no tienen nada que perder. La ratificación nos permitiría mejorar nuestra imagen país para acceder a mejores mercados con ese sello de sostenibilidad y con ello, mejores precios”, expresó.
Entre los mercados más exigentes a los que se refirió el analista económico están la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, siendo los dos últimos los destinos más apetecidos por Paraguay para la exportación de carne. De hecho, el Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal ya avanzó en los trámites, en tanto que el acuerdo podría servir de empujón para conseguir la aprobación de esos países.
En cuanto a la pérdida de soberanía que esto significaría, según la Unión de Gremios de la Producción, la Asociación Rural del Paraguay y otra veintena de grupos, Ferreira recordó que el país ya suscribió otros convenios internacionales sin esos efectos como el caso de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en materia económica, la adhesión al Fondo Monetario Internacional y al Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica.
Paraguay suscribió el Acuerdo de Escazú en el 2018,pero para aún falta la ratificación del Congreso. La Cancillería Nacional había retirado el documento del Senado a fines del 2019 debido a la oposición del sector agropecuario y religioso, pero ahora hay una nueva presión social y política para volver a entregarlo a la Cámara Alta.