Unas 279.000 personas no saben leer ni escribir en el Paraguay, resalta la investigadora Carmen Arias Larroza en el Día Mundial de la Alfabetización que se recuerda hoy, como cada año, la fecha instalada por la Unesco. El número se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del 2017.
La experta de la organización Investigación para el Desarrollo (ID) sostiene que la cifra del analfabetismo se mantiene en torno al 5% de la población local desde hace más de cinco años.
No hay avances debido a la falta de políticas públicas que garanticen el derecho a la educación para todos.
Una de las falencias del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), en ese sentido, es que tiene escasas ofertas para aquellas personas que por algún motivo abandonaron el sistema escolar antes de culminar la media.
En cuanto al Ministerio, la directora de Educación Básica y Media para personas jóvenes y adultas, Nilsa Alum, indica que lo ideal sería establecer alianzas.
“Queremos establecer alianzas con instituciones que desarrollan programas como Tekoporã, donde son beneficiadas personas en situación de pobreza, que son las que figuran en los índices de analfabetismo”, sostiene.
Esta asociación debe darse también con organizaciones civiles y con ofertas agregadas como formación profesional. “Esto para atraer a personas que no tienen como prioridad alfabetizarse”, dice.
De acuerdo a las estadísticas de la EPH que analizan en ID los hombres ocupan el 43,6% de la tasa de analfabetismo contra las mujeres que representan el 56,4% del grupo que no lee ni escribe.
Entre las múltiples dificultades que encuentra este sector de la población se hallan la discriminación, el desarraigo y la pobreza. Son pasibles de sufrir engaños al momento de tratar con documentos y muchos ni siquiera firman.
Pobreza. Lo que más preocupa a los expertos de ID es que la población de 15 años de edad o más, que no lee ni escribe, está en edad activa (62,7%) y podría trabajar y sostenerse, pero lidia con múltiples problemas para el acceso al trabajo que le posibilite alejarse de los índices de marginalidad y pobreza.
La brecha más grande se halla en el sector rural, donde el 60,6% no lee ni escribe contra el 39,4% del área urbana.
56,4% de analfabetos son mujeres, según estudio de la organización ID
43,6% de los que no saben leer ni escribir son hombres.