El comisario Ramón Escobar indicó que la comisaría está ya abarrotada y que los detenidos protestaron por no tener un espacio de recreación, solo el espacio físico de las dos celdas de la sede policial.
Al percatarse de que los hombres que guardan detención en ambas celdas comenzaron a golpear las puertas con un barrote e intentaban abrirlas, los policías de guardia pidieron refuerzos.
“Finalmente se controló, con la aplicación de gases lacrimógenos. Ellos no salieron, lo que intentaron es forzar la puerta, pero gracias a Dios el personal de la comisaría y de apoyo llegó a tiempo y pudimos contenerlos”, comentó el jefe policial.
Tras contener a los reclusos, estos fueron retirados al patio de la comisaría mientras los agentes hicieron una revisión de ambas celdas. Posteriormente, los detenidos volvieron a las celdas.